En camino hacia la Pascua
Aquí estamos en la Semana Santa: tiempo de gracia y tiempo sobre todo del "gran amor de Dios por nosotros "(Pablo a los Efesios 2,4).
El sábado pasado me quedé en Bayanga Didi, un poblado a 80 kilómetros al sur de Baoro. Pasé la tarde con el catequista y la comunidad.
El domingo por la mañana celebré las confesiones, y hacia las 10 volvimos al centro del poblado. Aquí bendijimos los ramos y las palmas (algunas estaban entrelazadas), y marchamos en procesión hacia la iglesia. Fue un momento emotivo, que nos hizo volver a hace 2000 años, cuando los habitantes de Jerusalén aclamaron a Jesús, justamente el día antes de condenarlo a muerte.
Entramos en la iglesia, donde las mujeres habían colocados por tierra tejidos de color, como hacía 2000 años.
Hoy es Jueves Santo. Dentro de poco marcharé para Bawi, donde celebraré la misa que recuerda la Última Cena, con Jesús que lava los pies a los apóstoles, antes de instituir la Eucaristía, el Sacramento de Su Presencia. Por Amor.
Mañana, Viernes Santo: recuerdo del Hombre, de Jesús, que se ofrece en sacrificio en la Cruz. Por Amor.
El Sábado Santo, es el día del silencio: todo parece en suspenso, y durante la noche la creación explota de alegría porque él resucita.
El año pasado participé en la Vigilia Pascual en mi parroquia de Cuneo (Inmaculado Corazón). Don Carlo tuvo una homilía bellísima (https://youtu.be/Z2gE422Vfm8 ), en la que se hacía y nos hacía esta pregunta: "¿Por qué ha resucitado?. Muchas propuestas, pero la respuesta es una sola: Ha resucitado porque ha amado! Porque Dios se ha reconocido en el Hombre que amó hasta la última gota de su sangre
¡Feliz Pascua!
Bayanga Didi, domenica delle Palme Le dimanche des Rameaux à Byanga Didi |
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