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sábado, 28 de noviembre de 2020

La Gracia de los comienzos

 


La Gracia de los comienzos

Comenzar algo, iniciar una nueva vida, es con frecuencia un momento de Gracia. No solo por la novedad, sino sobre todo por la Presencia de Dios, que "hace nuevas todas las cosas".

El domingo 22 de noviembre, fiesta de Cristo Rey, celebré la misa en Barka Bongo, un poblado a unos 36 kilómetros de Baoro, en la carretera de Bangui. Fui son el P. Miguel, uno de mis hermanos de hábito, y sor Solange.

Mientras marchamos, observamos que don Andrés, sacerdote de Bielorrusia, que se preparaba para entrar en la iglesia, donde celebrará la misa en Sango (lengua que está estudiando, pues solamente hace unos meses que ha llegado).

En Barka Bongo celebramos el sacramento de la Confesión, para algunos chicos y chicas recién bautizados hace algunos meses, y luego celebramos la misa con unas cincuenta personas: es la celebración del mismo sacrificio, el de Jesús, que se repite hoy en la pequeña capilla de Barka Bongo, come en la más grande de las catedrales. Sin ninguna diferencia.

Bonitos cantos, y hermoso momento para la escucha y de celebración.

Después de la misa volvemos y nos paramos en Bawi, otro poblado, para una reunión con los maestros y los padres de los alumnos. El comienzo de este año escolar es muy lento: muchos no mandan los niños a la escuela porque prefieren  esperar las próximas elecciones (el 27 de diciembre), otros tienen miedo de hipotéticos grupos rebeldes. En muchas de nuestras escuelas el número de los niños inscritos es aún muy bajo, respecto al año pasado.

La reunión permite compartir las preocupaciones, pero también animar y pedir a los padres que no pierdan para sus propios hijos una oportunidad como la escuela.

Y, a propósito de escuela, precisamente hoy han sido anunciados los resultados del segundo turno del examen de madurez: todos los chicos de nuestro Liceo de San Agustín han sido promocionados. Y así, entre el primer y el segundo turno, por primera vez, hemos logrado el 100% de los promocionados.

Durante la semana me he dedicado a la Escuela Mecánica, hago dos visitas a las escuelas en los poblados, me ocupo de una infinidad de pequeños y grandes trabajos, y termino de arreglar los libros en la nueva habitación.


Don Andrea
Abbé André

P.Michael et sr Solange à Barka Bongo











 

 

sábado, 21 de noviembre de 2020

Preparados, listos, en marcha.

 

Preparados, listos, en marcha.

Es raro lo elástico que es el tiempo: días que pasan como segundos, segundos que duran horas.

El fin de la semana pasada, y los días hasta el lunes, han sido muy intensos. Para mí y para toda la comunidad de Bozoum.

El viernes por la tarde los chicos del Centro de Huérfano "Arc en Ciel" expresaron su alegría y su agradecimiento con cantos, danzas, dibujos, poesías. Incluso hubo una cabra, como regalo.

El viernes llegó también el P. Marcos Poggi, que me sustituirá como párroco en Bozoum, a partir del 6 de diciembre.

El domingo fue el gran día de saludar a la parroquia. Celebré la misa a las 8'30, y hubo mucha gente. Y mucha emoción. Fue para mí el momento de agradecer a Dios por el don de estos 17 años en Bozoum. Por lo que hicimos junto con los cristianos y toda la gente de Bozoum. Por la acogida y la bondad de mucha gente, que acudía con sencillez a agradecer, muchos con lágrimas en los ojos. No es importante el momento del P. Aurelio, sino sobre todo es el de la comunidad y, antes incluso, el de Dios. El cual se ha confiado, de mí y de nosotros. El Evangelio presente la parábola de los talentos: cada uno los recibe, según su capacidad. Y es bonito saber que Dios está alegre cuando nos jugamos todos, sin andar escondiendo los talentos, sino haciéndoles fructificar.

Por la tarde di la último vuelta a Bozoum. Entré en casa de Thierry Kanghal, colaborador de Cáritas desde hace muchos años. En su casa se reúne la "San Vicente", y hoy que es la Jornada Mundial de los Pobres me agrada saludar a Bozoum, comenzando por ellos.

Pasé luego al hospital a visitar a un enfermo, y encontré al doctor, con quien hemos colaborados desde hace años.

El lunes por la mañana es el último izamiento de la bandera en nuestro Liceo San Agustín. E inmediatamente después fui a saludar a los alumnos de nuestra escuela elemental "Isidoro Bakanjia": el patio estaba atestado de más de mil chicos.

Y al fin, hacia las 13'30 salí de Bozoum. El viaje para Baoro es largo, muy largo (aunque son solamente 180 kilómetros): los kilómetros se convierten en una pantalla, en la que pasan muchos momentos, buenos y difíciles, de estos 17 años. Y pasan, sobre todo, muchas caras y muchas personas.

Llegué a Baoro por la tarde, y aquí encuentro otra parroquia, otra comunidad (somos 3 padres) y nuevas actividades. Y mientras preparaba la reapertura de la Escuela de Mecánica, el trabajo en los pueblos y escuelas, paso una página y comienzo con un nuevo capítulo. ¡Gracias! ¡Valor!




I bambini del Centro orfani "Arc en ciel"
Les Enfants du Centre pour les orphelins "Arc en ciel"


P.Marco Poggi, il nuovo parroco di Bozoum
Le p.Marco, nouveau curé de Bozoum

La Messa di saluto a Bozoum, domenica 15 novembre
La Messe d'au revoir, dimanche 15 novembre



Con alcuni degli alunni del nostro Liceo St Augustin
Avec certains des élèves de notre Lycée St Augustin




La scuola elementare "Isidore Bakanjia"
L'école primaire "Isidore Bakanjia"




Scuola Meccanica di Baoro
Ecole mécanique de Baoro