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viernes, 28 de agosto de 2020

Vuelven, puntuales, las orquídeas

 

Vuelven, puntuales, las orquídeas

Nada más regresar a Bozoum, el 12 de agosto, en seguida fui a ver, entre los mangos de la Misión, si estaban las orquídeas.

Cada año, en agosto, florecen puntualmente. Las ramas de los mangos (y vete a saber por qué solo los mangos; y vete a saber por qué casi solo aquí en la Misión de Bozoum) se iluminan de hermosas bandas de estrellas blancas.

Estamos todavía en plena estación de las lluvias; a menudo las carreteras me lo recuerdan, llenas como están de charcas y de barro.

El miércoles por la mañana, acabada la cuarentena después del regreso de Italia, salgo para Yaloke, a 170 kms de Bozoum. En la comisaría del pueblo tengo que recoger la documentación del coche y el acta del accidente. Sigo para Baoro, donde visito nuestra comunidad. Por la tarde estoy en Bouar; aquí me quedo hasta el día siguiente para reuniones de Caritas, y sobre todo para entrevistarme con mis hermanos y planear las diferentes etapas de nuestros jóvenes en formación.

El jueves salgo para Bozoum, bajo la lluvia.

Es que las orquídeas me están esperando.









 

 

sábado, 22 de agosto de 2020

¡Hay mucha gente que te quiere!

 


Gauthier

¡Hay mucha gente que te quiere!

El regreso a Bozoum, a pesar del accidente de coche, se presenta rico en actividades.

El sábado 15 de agosto celebramos por todo lo alto la Asunción de la Virgen a los cielos.

Como cada año, hacemos una pequeña romería a pie hasta Doussa, un pueblo a 4 km de Bozoum. Se celebra la santa Misa y los habitantes del pueblo no renuncian a la tradición de llevar las primicias del campo (especialmente los cacahuetes) como don en el ofertorio. Terminada la Misa, hacemos un momento intenso de oración: rezamos el Rosario caminando hasta el gran puente sobre el río Ouham. Construido en 1941-1942 por prisioneros italianos, aguanta la fuerza del río, cuyas aguas, durante la temporada de las lluvias, suben su nivel de hasta 8-10 metros.

Bendecimos el río y le pedimos a Dios que bendiga los que trabajan el él y en especial los trabajadores del campo. Pedimos también para las muchas decenas de víctimas de este último año. Con motivo de las obras de explotación por parte de las empresas chinas, muchas personas han perdido sus vidas: muchos ahogados en las fosas dejadas en el cauce del río, otros matados a mano de los militares, otros muertos a causa de las enfermedades y de la desnutrición; otros que han sufrido violencia o amenazas.

A lo largo de la semana retomamos también las obras de la capilla de Bokongo. Estamos en los acabados. El tejado está terminado; una cruz se eleva en la parte delantera y servirá también de campanario. Faltan todavía los bancos y el altar, y estamos instalando las ventanas coloradas y una terracota grande representando a la Sagrada Familia.

Estos días he recibido muchos mensajes. El domingo por la mañana un amigo de Turín, que se había enterado del accidente, me escribió: "A pesar de la mala noticia, el consuelo que, gracias a Dios, solo se estropeó el coche. Difundiré la noticia. ¡Hay mucha gente que te quiere!".

Poco después me llama Radio Nacional (RAI) de Turín para una pequeña entrevista. A las 13.00 hs la retransmiten en el Telediario3 Regional (aquí el enlace: https://www.rainews.it/tgr/piemonte/notiziari/index.html?/tgr/rainews.html). Enseguida empieza en varios lugares de Italia, y también en Alemania, España y otros países, un movimiento que difunde la noticia, da gracias a Dios por el peligro esquivado e intenta echar una mano. ¡Muchas gracias de corazón!


Doussa

La benedizione del fiume Ouham
La bénédiction du fleuve Ouham

Orchidee a Bozoum




La cappelle in costruzione a Bokongo
La nouvelle chapelle de Bokongo



 

sábado, 15 de agosto de 2020

Aterrizaje, pero no muy suave

 


Partenza da Nizza
Au depart de Nice
 

Aterrizaje, pero no muy suave

Ya estoy en Bozoum.

Los últimos días antes de salir de Italia están llenos de amistad, cariño y muchos saludos. He tenido un poco de tiempo para estar con mi familia; sin embargo, despedirme de los amigos, y sobre todo de mi madre y de mi familia, siempre es difícil, aunque sea desde 1974 que marcho: o para el seminario o para África.

El lunes por la mañana saludo la parroquia del Corazón Inmaculado de María de Cuneo, que siempre me reserva mucho cariño y mucha oración. Por la tarde voy a Arenzano y luego a Niza, junto con mi queridísima hermana Marisa y su esposo Flavio. Como el avión para París sale el martes a las 6.20 hs de la mañana, nos regalamos unos momentos paras estar juntos. El martes salimos. Los vuelos son regulares y de París llego a Bangui a las 15.20 hs. Hay muchos pasajeros en el avión y mucha confusión en el aeropuerto de Bangui, a pesar de los problemas del Coronavirus.

Hago noche con los hermanos del Carmel de Bangui y el miércoles salgo para Bozoum. Desafortunadamente, después de 250 km pierdo el control del coche, que se sale de la carretera y vuelca. Las averías son importantes; sin embargo, gracias a Dios, no hay heridos y no hemos hecho daño a nadie. Salimos por las ventanillas del coche, que se ha volcado de lado, y damos gracias a Dios porque estamos sanos y salvos. Menos el coche.

Consigo comunicarme con nuestra comunidad de Baoro, a 140 km de distancia, donde hay escuela de mecánica, y me mandan un coche y los mecánicos. Mientras tanto, gracias a un camión de paso, ponemos el coche en la carretera. El mecánico llega después de tres horas y logra poner en marcha el vehículo. Efectivamente la parte menos perjudicada es el motor.

Retomamos el camino hasta llegar a Bozoum a las 23.00 hs.

El rumor del accidente en África se expande con rapidez. Tanto por la tarde como por la mañana siguiente recibo llamadas de muchas personas que me preguntan cómo estoy y se preocupan.

El jueves, 13 de agosto, se celebra el 60º aniversario de la independencia de Centroáfrica. Una fecha importante. Por una parte, no falta la tristeza por un país rico y bendecido que vive con mucha pobreza. Por otra parte, se necesitan amor y esperanza para que el país cambie y despegue.

La fiesta de mañana, 15 de agosto, en que celebramos la Asunción de la Virgen a los cielos, nos recuerda que todos y cada uno de los hombres y mujeres son dignos de las cosas más grandes. Porque Dios nos ama. Y porque somos capaces de amar.


Cuneo, Viale Angeli






Bozoum