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viernes, 22 de octubre de 2021

Si las armas callan, despunta la paz, susurra la esperanza y nacen los sueños.

 

 


Pierre

 

Si las armas callan, despunta la paz, susurra la esperanza y nacen los sueños.

 Una semana llena, y llena también de muchos destellos de esperanza.

El domingo fui a celebrara la misa a Samba Bougoulou, un nombre curioso para un poblado largo. Terminé la celebración con la bendición de la escuela elemental del poblado. El año pasado acabamos con 56 alumnos, y ahora los inscritos con más de 200.

Antes de la misa me llevaron un niño de poco más de un año (le llamaremos Pedro, pero no es su verdadero nombre). Lo tomé en brazos, porque lloraba y lo bendije: su madre había muerto hacía unos días, y el padre está gravemente enfermo. Mientras rezaba, intentando pensar qué hacer para ayudarlo, siento un poco de calor... Cuando devuelvo el niño, me doy cuenta de que se ha hecho pipí...

El lunes 18 de octubre es el día de la inauguración "oficial" del año escolar. Aunque muchas de nuestras escuelas han abierto ya desde hace semanas, este es el día que el gobierno ha elegido para comenzar las clases. A Baoro llegan autoridades de toda la región, maestros y alumnos para un momento de fiesta y de animación. Hay incluso y soldado veterano que toca la trompeta.

El miércoles fui a Bouar  y, desde allí, junto con el obispo, nos acercamos al Norte. Es una zona muy difícil, teatro, desde hace años, de encuentros y tensiones. Desde hace algunos meses se han retirado los rebeldes, empujados por los militares centroafricanos y rusos. Y así los poblados vecinos a la frontera con Camerún y el Chad (entre ellos Niem, Bocaranga, Koui, Ndim e Ngaundaye), se encuentran en tensión. Mucha gente no puede ir a los campos, amenazada por los rebeldes o por los rusos. Hay asesinatos, saqueos, violencias de toda clase. Y muchos habitantes han tenido que escapar, yendo de este modo a aumentar el número, ya bastante alto, de refugiados de allí mismo. Precisamente en estos días he recibido los datos de la ONU, que habla de más de 1.437.000 refugiados (entre los del país y los de fuera): un cuarto de la población de Centro África.

Llegamos a Bocaranga (210 kilómetros de Baoro), donde encontramos a los padres capuchinos. La situación es difícil, y juntos reflexionamos sobre qué hacer.

Algunas agencias de las Naciones Unidas, junto a las ONG, se están organizando. Por desgracia con frecuencia no pueden llegar a la zona, porque es demasiado peligroso.

El jueves por la mañana marchamos para Koui – Degaulle, un poblado a unos cuarenta kilómetros de Bocaranga. Aquí encontramos la comunidad cristiana, el sultán, el vice prefecto y el alcalde. Pero, sobre todo, nos alegramos porque la escuela estaba abierta. A pesar de que los distintos rebeldes y militares la habían saqueado (usando los bancos como leña para quemarla), los maestros y los padres han tenido el valor de abrir la escuela.

Ver las escuelas abiertas, escuchar a los maestros explicar y a los niños gritar durante el recreo: es uno de los espectáculos más hermosos.

En las distintas reuniones con las personas que viven, sufren y esperan en estos lugares del país, queremos entender cuáles son las necesidades que podamos intentar dar una respuesta.

Y estamos pensando comprometernos por trabajar por las escuelas de la región. Los maestros son casi todos (más del 93%) voluntarios, que son ayudados (muy poco) por los padres. Para animarlos a permanecer en los poblados y volver a abrir las escuelas, hemos pensado darles un pequeño premio mensual (entre 15 y 20 euros), que los permitirá tener una pequeña base económica. Y distribuir el material escolar a los alumnos.

¡Y son muchos! Entre 250 enseñantes en la región, y entre los 13 y 15 mil alumnos.

Pero la providencia es grande.





Scuola Materna "Il Germoglio"
Ecole Maternelle "Il Germoglio"

Bohong

Bocaranga

Degaulle


Alunne
Des élèves

Scuola elementare a Degaulle
Ecole primaire à Degaulle

C'erano i banchi, un anno fa!
Il y a 1 an, il y avait les tables bancs!




jueves, 14 de octubre de 2021

Impacientes por ir a la escuela

 

 


Messa a Balembe
Messe à Balembe
 

Impacientes por ir a la escuela

El sábado por la tarde, fui a Balembe, un poblado bastante grande, con una pequeña comunidad cristiana. La capilla es una especie de toldo, medio cubierta, donde celebramos la misa. Pocos medios, pocas personas, pero la misión en el Anuncio de la Buena Noticia (el Evangelio), que es para todos. También (y ¿sobre todo?), para los poblados más pequeños y destartalados...

Misa en Bawi, siempre en la carretera (más o menos asfaltada) que lleva a Bangui. Aquí la comunidad es más numerosa y más afortunada (la iglesia es de cemento, con el techo de chapas). Llueve mucho, pero poco a poco llegan todos (algunos empapados de lluvia).

Durante la semana he ido también a Bangui, para seguir el trabajo de la obra de nuevo convento. Por ahora todo va bien. La construcción de los cimientos lleva mucho tiempo, pero es la parte (que no se ve), más importante de cualquier construcción.

Como la escuela.

El gobierno ha fijado la apertura del año escolar para el lunes 18 de octubre, a causa de varios retrasos debidos a los exámenes de madurez, que se han hecho tarde, y del punto débil del sistema educativo.

Pero... estamos impacientes por que comience la escuela. Esta mañana, mientras marchaba para Bouar, encontré a muchísimos niños, que corrían a la escuela.

Ayer, al volver de Bangui, me paré para ver un poco las escuelas de Barka Bongo, Bawi y de Mbormo. Me quedé gratamente sorprendido al encontrar las clases llenas de niños, tanto en las escuelas maternas, como en las elementales.

También nuestra Escuela Mecánica está abierta. El lunes recibimos los nuevos alumnos del primer año, y a los "veteranos" del segundo año. En total, son más se sesenta jóvenes que reciben una formación teórica y práctica para llegar a ser mecánicos.

Y desde ayer, más de 100 entre sacerdotes, hermanas y laicos, estamos reunidos con el obispo para la "Sesión pastoral diocesana" anual. Están representadas todas las doce parroquias de la diócesis, esparcidas en un radio de 200 kilómetros de Bouar, a pesar de la inseguridad en muchas zonas. Es un bonito momento de conocimiento de información (cada parroquia es una realidad diocesana –Justicia y Paz, Caridad, Escuelas, Seminarios...) y de comparación.
Esta reunión dura cuatro días, y terminará el domingo con una gran celebración eucarística, que marca la fase diocesana del Sínodo, en el que estamos trabajando en estos días.


Cantiere del Carmel a Bangui
Le chantier du Carmel à Bangui


Scuola materna di Mbormo
école maternelle de Mbormo


Raccolta dei prodotti agricoli per le scuole a Pate Bonambolo
Ramassage des produits agricoles pour les scolarités à Pate Bonambolo
Scuola Meccanica di Baoro
L'école de mécanique de Baoro

Di corsa a scuola!
Vite à l'école


Scuola di Kouisso Baguera
école de Kouisso Baguera

Session Pastorale du diocèse de Bouar