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sábado, 30 de noviembre de 2019

La diócesis cumple 40 años (en realidad, 41)






La diócesis cumple 40 años (en realidad, 41)
En 1978 Pablo VI creaba la diócesis de Bouar, en Centro África: una zona muy poblada, donde los misioneros (franceses primero, después italianos y a continuación polacos y de otras nacionalidades) han trabajado mucho en estos años.
El primer obispo, el capuchino P. Armando Gianni, la condujo durante los primeros 38 años, construyendo las bases (escuelas de los catequistas, catedral, seminario) y sembrando en profundidad la Palabra de Dios, siempre combinada de de una gran atención a las necesidades de la gente (especialmente en la sanidad y en la educación).
El segundo obispo, ordenado en febrero del año pasado, Mons. Mirek Gucwa, ha querido subrayar el aniversario de la diócesis para ayudar a todos, fieles, sacerdotes, religiosos y religiosas, a reemprender con fuerza y con alegría el camino de la iglesia que hay en Bouar.
Abierto el año pasado en Bouar, el jubileo ha sido cerrado aquí en Bozoum, la primera Misión de la diócesis (fundada en 1927), de la que todas las demás misiones toman su origen.
Y así Bozoum ha sido durante algunos días el centro de la diócesis.
El viernes 22 de noviembre las primeras llegadas: el obispo de Bouar, Mons. Mirek, algunos sacerdotes y, por la tarde, Mons. Santiago de Wit Guzmán, el Nuncio Apostólico (el Embajador del Papa) con su secretario, don Natale Albino. Y con ellos llegaron también las delegaciones de todas las doce parroquias de la diócesis: en casa, entre obispos, frailes, sacerdotes y religiosas somos unos cuarenta, mientras las personas llegadas de todas las parroquias son más de 270. Pero para todos, de una forma u otra, hay un sitio para dormir, y algo que comer.
Hemos trabajado muchos, pero también lo han hecho sobre todo las decenas de voluntarios que se ocupan de las delegaciones (cocina, acogida, liturgia, higiene, decoraciones, cantos, dormitorios...).
El viernes por la tarde comenzamos con el Vía Crucis. un momento de reflexión y oración, que lleva sobre la cima del monte Binon a varios centenares de personas.
El sábado por la mañana el obispo Mirek presidió la Misa, en la que recibimos ocho niños con el sacramento del bautismo. Y por toda la mañana se sucedieron las catequesis y momentos de oración.
Por la tarde fue el tiempo de las confesiones; éramos unos veinte sacerdotes, y muchos fieles se acercaron a la Misericordia de Dios que siempre perdona.
Hacia las 20 horas, fue el momento para una velada de catos, músicas y teatrillo, organizada por los jóvenes de la parroquia.
El domingo por la mañana a las 8'30 comenzó la gran celebración de la Eucaristía. La iglesia estaba repleta, y la atmósfera vibraba con los cantos, colores, oración y participación. Siete parejas de esposos se unieron en matrimonio hoy.
Y a las 11'10 el obispo Mirek concluyó la celebración recordando que no es la clausura de un aniversario, sino una nueva etapa del camino, y anunciando la consagración de la diócesis y de todas las parroquias al Niño Jesús de Praga el próximo día 6 de enero de 2020.
Y ahora: ¡adelante todo!
 


Il programma delle celebrazioni
Le programme des célébrations

Giacomo e fra Marco
Jacques et fr.Marco

Arrivo delle delegazioni
Arrivée des délégués

Venerdì: la via Crucis
Vendredi: le chemin de Croix



Sabato: i battesimi
Samedi: les baptèmes


Sabato: confessioni
Samedi: les confessions

Messa della domenica
Messe du dimanche

Offertorio
Offertoire


La danza delle religiose
La danse des réligieuses

viernes, 22 de noviembre de 2019

¡Adiós, P. Nicolás!







¡Adiós, P. Nicolás!
En estos días se nos ha ido otro de los fundadores de nuestra Misión, el P. Nicolás.
Prefiero dejar la palabra al P. Javier, provincial, que ha escrito una breve nota biográfica:
"Ayer, lunes 18 de noviembre de 2019, el Señor ha llamado al alma del P. Nicolás. Había sido ingresado el día anterior en el hospital de Voltri, y sus condiciones se habían manifestado rápidamente como muy graves, por insuficiencia renal y problemas del corazón.
El P. Nicolás de Jesús María (Francesco Ellena) había nacido en la provincia de Cuneo, en Rossana cerca de Saluzzo, el 3 de noviembre de 1923 y hacía poco había festejado sus 96 años con la comunidad de Arenzano, en la que residía.
Había entrado en el noviciado en Monte Carmelo de Loano, y había hecho su primera profesión 1l 8 de septiembre de 1941. Después del estudiantado en Génova había completado los estudios de Teología en Roma, donde había sido ordenado de sacerdote el 22 de mayo de 1948, junto a otros cinco religiosos de nuestra provincia: los PP. Angélico, Camilo, Ignacio, Leopoldo e Jerónimo, que le habían precedido en su entrada en la Jerusalén celestial.
El P. Nicolás había sido un verdadero misionero teresiano, entusiasta de anunciar el Evangelio de Jesucristo a los que aún  no le conocía. Por este motivo, cuanto todavía nuestra Provincia no tenía misión propia, muy joven aún se había puesto a disposición para ir y participar en la misión en Japón, a la que había dedicado sus jóvenes fuerzas durante siete años, desde 1951 a 1958.
De vuelta a la Provincia, había sido conventual durante algún tiempo en Loano, después fue enviado al Desierto de Varazze, y finalmente a la parroquia de S. Pietro en Savona.
Pero la llamada de la misión siempre estaba vivo en su corazón, al tiempo que estaba con rapidez estaba dispuesto y disponible a salir para fundar la misión que nuestra Provincia había decidido abrir en la República Centroafricana, en 1971. A partir de esa fecha el P. Nicolás permanecerá más de cuarenta años en tierra africana, ligando su nombre sobre todo a la fundación y al fortalecimiento de la parroquia de Bossentelé. Muchos años de actividad pastoral simple, humilde pero constante, en colaboración con las Hermanas Carmelitas de Santa Teresa de Turín.
En el umbral de los noventa vuelve a Italia,  a Arenzano, no para descansar, sino para dedicarse con el mismo entusiasmo de siempre al ministerio de la confesión, nunca cansado a pesar de la edad. Y precisamente cuando se encontraba en el confesonario, en marzo del año anterior, se sintió aquejado de una isquemia, que marca el comienzo de un lento pero inexorable decadencia física, cuidado con amor por los hermanos de hábito de la comunidad, hasta el último momento. El recuerdo más vivo que tengo de estos últimos tiempos es su actitud durante la celebración de la eucaristía, en la que participaba con verdadera y profunda devoción.
Los funerales se celebrarán el jueves día 21 de noviembre, a las 14'00, en el Santuario de Arenzano.
En la República Centroafricana, donde me encuentro de visita, hemos acompañado con la oración estos últimos días,  y el P. Aurelio está intentando organizar una misa de sufragio en Bossentelé, el próximo 6 de diciembre".
 ¡Adiós, P. Nicolas! Vete en paz, después de tantos años de trabajo.












sábado, 16 de noviembre de 2019

Vuelta a casa







Vuelta a casa
De nuevo estoy en Bozoum
Después de un mes en Italia, el lunes 11 tomé el camino para volver a Centro África. Sonó el despertador a las 2 de la madrugada, y marche hacia el aeropuerto de Turín, acompañado de Marisa, mi hermana, y del amigo Pablo.
Después de largos, afectuoso y emocionados saludos, me preparé para tomar el avión. A las 6'25 salimos de Turín, y hacia las 7'30 aterrizamos en Roma. De aquí salí, con un poco de retraso a causa de la lluvia, hacia las 11'30, y a las 18 horas en Italia (las 20 hora local) llegué a Nairobi, en Kenia. Pasé la noche allí, para salir puntual a la mañana siguiente, martes por la mañana, y después de tres horas de vuelo, llegué a las 8'40 a Bangui.
En Bangui encontré nuestra comunidad, pero también a algún amigo de más: en estos días están llegando algunos padres de otros países del África francófona para una reunión. Se trata de hermanos de hábito del Congo, Costa de Marfil, Burkina Faso, Camerún y Nigeria.
El miércoles por la mañana salimos hacia Bouar, donde llegamos por la tarde, después de 450 kilómetros y unos diez horas de carretera.
El jueves por la mañana comenzó la reunión de los padres del África francófona y, después de un saludo, les dejé para llegar finalmente a Bozoum.
Encontré a la comunidad, las hermanas, los niños, los maestros y mucha gente.
En estos días estamos haciendo los preparativos para un gran acontecimiento: la clausura del jubileo de los 40 años de la diócesis de Bouar, que se tendrá en Bozoum desde el 21 al 24 de noviembre. Falta poco, y hay que organizar todo para acoger a los delegados de las doce parroquias de la diócesis.
Buen trabajo y bienvenido a casa.




Arrivo e accoglienza a St.Elie (Bouar)
Arrivée et accueil à St.Elie (Bouar)