Vistas de página en total

viernes, 28 de mayo de 2021

Bonito mes, el de mayo

 

 


Bonito mes, el de mayo

Nos encontramos en los últimos días de este mes de mayo.

Un mes en el que hemos celebrado la fiesta de la Ascensión de Jesús y el don del Espíritu Santo, en Pentecostés. Dos grandes fiestas que nos ayudan a recordar de los hermosa que es una iglesia llena de Espíritu Santo, que habla la lengua de Jesús, que, más allá de sus estructuras, está compuesta solo por hombres y mujeres amados de Dios.

Pensaba en este domingo, fiesta de Pentecostés, mientras celebraba la misa en Balembe, un poblado donde la comunidad cristiana es pequeña y frágil. Donde la iglesita tiene un techo cubierto (al menos en parte) con hojas de árboles. Pero donde el amor de Dios tiene el mismo poder de las grandes catedrales. Donde la fe es el fundamento de la vida, aunque la iglesia no tenga fundamentos. Donde la sencilla liturgia, con los cantos un poco desafinados, sin embargo es querida por todos: desde la abuela al niño de cinco meses, que ya danza al ritmo de los tambores (sustituidos a veces por dos bidones vacíos).

 El martes fui rápidamente a Bozoum, porque faltaba la madre de un hermano de hábito; del P. Dieudonné.
Mientras se va acercando el fin del año escolar para nuestras escuelas, asilo y escuela mecánica comprendida.

Grande y bonito el mes de mayo. Hoy, hace 22 años, junto a P. Roberto Nava ordenado de sacerdote. El mismo día que el de mi cumpleaños.

El don de la vida y el don de la Vida.



Scuola meccanica
école mécanique

Matrimonio a Baoro
Mariage à Baoro

Balembe



Bozoum


27 MAGGIO 1989 - Ordinazione sacerdotale
27 mai 1989: le jour de mon ordination sacerdotale




jueves, 20 de mayo de 2021

Tierra de hombres, tierra de Dios

 


 


Mbormo



Baoro




Pate Bonambolo




Bayanga Didi

P.Stefano


Junior

Bayanga Didi

Imprevisti
Imprévues


Termitaio
Termitière


Tierra de hombres, tierra de Dios

Toda la vida, todo el mundo, es un espacio de confrontación entre el bien y el mal, entre la vida y la muerte.

Durante esta semana he tenido la oportunidad de volver a ver esta realidad de modo particular: el viernes estaba en Niem, tierra de guerra y de muerte, mientras entre el sábado y el martes habíamos vivido las celebraciones del sacramento de la confirmación, que es la irrupción del Espíritu Santo en el mundo.

El viernes 13 de mayo viajé a Niem. Aquí, hace algunos días, el párroco, P. Arialdo, ha saltado por los aires, porque su coche tropezó con una mina. Él y un pasajero salieron ilesos, pero otro pasajero murió.

La zona está en peligro: los rebeldes han sido oficialmente expulsados de las tropas regulares (rusos, ruandeses y centroafricanos), pero están presentes por el territorio. Y son ellos los que colocado las minas en algunas carreteras. Y en días pasados ha habido otros accidentes parecidos, así como ataques a comerciantes y gente de paso.

Precisamente porque es una zona donde la gente está necesitada, como Cáritas habíamos decidido continuar trabajando. Y el viernes acompañé a diez personas, que durante algunos días se habían dedicado a reunirse con las familias y reseñar especialmente a las que se encuentran en mayo dificultad. En este proyecto estamos apoyados por CSR y una de las Cáritas de los Estados Unidos.

He encontrado al P. Arialdo. Tiene 82 años, de los que unos cincuenta los ha pasado entre Tainlandia, Costa de Marfil y Centro África. Es muy fuerte, pero ha sido un gran golpe, tanto a nivel físico como psicológico.

Y entre sábado y martes, doy espacio al Espíritu Santo.

El obispo de Bouar, Mirek Gucwa, está con nosotros para el sacramento de la confirmación. Es el don del Espíritu Santo, que confirma a los cristianos y los hace testigos de Cristo.

Hemos organizado cuatro celebraciones: el sábado en Mbormo (en la carretera hacia Bossemptele) para los poblados de Ngoumbou, Mbormo, Bawi, Barka Bongo, Zoungbe y Balembe. El domingo estuvimos en Baoro. El lunes en Pate Bonambolo (25 kilómetros en la carretera de Carnot) para los poblados de Samba Bougoulou, Pate y Bayanga Bode.

El lunes, después de las confirmaciones en Pate, dejé al obispo y marché con los carpinteros para los poblados más apartados. Hacia las 14 llegué a Bayanga Didi, a unos noventa kilómetros de Baoro. Aquí se reúnen los candidatos de los poblados de Yoro y de Sinaforo. Mientras los carpinteros reparan los bancos de la iglesia, yo hago los últimos exámenes y las confesiones.

El martes por la mañana llega hacia las 8 y la gente lo acoge con alegría.

Hacia las 9'30 comenzamos la misa, en la que unos setenta chicos, chicas, jóvenes y adultas reciben el sacramento de la confirmación. Son celebraciones muy intensas, donde sentimos la presencia de Dios y la fuerza del Espíritu Santo. Y estoy contento porque, entre los confirmados, se encuentra Junior, un niño sordomudo. ¡Qué feliz es!

Terminamos hacia las 12'30. El tiempo de saludar y cargar el coche, y marchamos hacia Baoro.

La carretera es un sendero en el bosque. Hoyos, piedras, árboles... Y también un árbol caído, que nos obliga a pararnos y cortarlo para poder pasar.

Y hacia las 16 finalmente estamos en Baoro.