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viernes, 14 de mayo de 2021

Tráfico

 

 

Tráfico

Algunas veces espero no aburrirme un poco por no tener nada que contar y, sin embargo, cada semana, hay algo nuevo, o interesante u original. Y, con frecuencia, nuevo, interesante y original.

En este tiempo estamos preparando las Confirmaciones. El obispo de Bouar, Mons. Mirek Gucwa, vendrá a finales de semana justamente para eso.

Pero para preparar todo, hay mucho trabajo. Por su parte, los catequistas han hecho lo mejor posible para formar a los chicos, chicas, jóvenes y adultos, y antes de la celebración es necesario comprobar lo que realmente han preparado.

Así, en estas semanas, voy de poblado en poblado para reunirme con los que van a recibir la confirmación para ayudarles a prepararse e, igualmente, les hago "los exámenes" de catecismo: el sábado por la tarde, lo decido a los poblados más cercanos, en la carretera de Bangui, el domingo estaba en el poblado de Samba Bougoulou, y el martes y el miércoles estuve en los poblados más alejados (Yoro, Bayanga Didi y Sinaforo).

El martes por la mañana marché antes de las 6'00, y llegué a Bayanga Didi después de la 8.30. Llevé conmigo un catequista, y tres albañiles para arreglar el pavimento del porche de la iglesita, muy deteriorado por el tiempo (y por las cabras). Mezclo un poco el tiempo entre las obras y los exámenes, y por la tarde hemos llegado a un buen punto. Tengo tiempo también de dar una vuelta por el poblado. Hay un pequeño ambulatorio,  y una sala de maternidad. Y la escuela estatal, en la que la última clase ha sido el 20 de abril. Hay, pues, que hacer algo por las escuelas en esta parte del país.

El miércoles por la mañana, después de haber celebrado la misa a las 6 de la mañana, fui a Yoro, a cinco kilómetros. En este poblado llevé a cabo los exámenes y la preparación de los candidatos. Precisamente, mientras estaba confesando, me informaron de que en Bayanga Didi habína visto a los rebeldes del grupo 3R (que, algunos días antes, habían robado algunas motos y atacado a algunos comerciantes). Terminadas las confesiones, esperamos un poco y, viendo que no se advertían movimientos extraños, ni disparos, salimos para Bayanga Didi, donde encontramos una cierta tranquilidad. Gracias a Dios era una falsa alarma.

Terminado el trabajo de los albañiles, pudimos volver a las 15'30.

Viajamos bajo la lluvia, en medio de la sabana y de los árboles. La carretera no ha mejorado, en estos días: tardamos casi tres horas para hacer 74 kilómetros. Quizás es por culpa del tráfico: durante el trayecto encontramos solamente una moto y un coche.

Llegué a Baoro al oscurecer, a pesar de todo.

Y, a pesar de todo, todo ha ido bien.



Bayanga Didi: prima
Bayanga Didi: avant

Bayanga Didi: dopo
Bayanga Didi: après







 

 

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