después de Bozoum, en vivo desde Bangassou: Bangui – Baoro

sábado, 9 de abril de 2022

Bangui – Baoro – Bangui

Bangui – Baoro – Bangui

In estas semanas el trabajo de la obra del nuevo convento me tiene muy ocupado.

Es un proyecto exigente y ambicioso: un edificio de dos pisos, construido con ladrillos en tierra estabilizada, realizados aquí en Centro África, con prensas especiales, provenientes de Sudáfrica. Una novedad en el país.

En estos días tenemos con nosotros a Giovanni Grossi Bianchi, arquitecto, que ha ideado (junto con la comunidad) esta construcción y que continúa con sus trabajos.

El sábado, 2 de abril, después de tres días de trabajo y reuniones con la empresa sobre la obra, marché a Baoro, para una breve pausa. El domingo fuimos juntos a Samba Bougoulou, donde celebré la misa.

Y el lunes volvimos a Bangui. Son 400 kilómetros de carretera teóricamente asfaltada. Teóricamente, porque en ciertos puntos (los primeros 150 kilómetros partiendo de Baoro) presentan algún que otro espacio de asfalto en un triunfo de baches...

Y el colmo es que en estas semanas dos empresas distintas han comenzado lo que debería ser un trabajo de reparación. En realidad, especialmente la parte entre Bossemptele y Baoro (financiada por la Banca Mundial) es pésima. Es realizada por una empresa, "SEMENCE", que trabaja con criterios artesanales: cavan los hoyos, los llenan de una mezcla de tierra y grava, esparcen una capa muy fina de alquitrán líquido, y lo cubren con grava. El trabajo, además de mal hecho, es también peligroso, porque los bordes de la carretera (donde con frecuencia entre la tierra y el borde del viejo asfalto hay 15 centímetros de diferencia) son rellenado del mismo modo. Y no creo que la financiación recibida de la Banca Mundial sea insuficiente para hacer un trabajo de calidad...

Me quedé en Bangui hasta el miércoles, siempre siguiendo los trabajos que avanzan. Volví a Baoro el miércoles por la mañana, y así pude dedicarme a las mil actividades de la Misión.