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viernes, 12 de febrero de 2021

Poblados, un cardenal, muchas madres y una mamá.

 

 

 

Poblados, un cardenal, muchas madres y una mamá.

Esta semana ha estado, caso de que sea posible, aun más cargada de lo normal.

El viernes 5 de febrero fui a Samba Bougoulou, a 40 kilómetros, para una reunión-formación con los catequistas de la zona. Por la tarde, después de haber ido algunos a Igwe, volví a Samba Bougoulou y llevé a otros hasta Yoro, donde me quedé hasta el domingo.

Se trata de los poblados más apartados (a unos 90 kilómetros de Baoro). Son poblados bonitos.
El sábado por la mañana marché a pie a Sinaforo, a poco más de 7 kilómetros; la carretera está tan mala que es mejor ir andando. Celebré allí la misa, y me reuní con la gente del poblado. Volví luego a pie hacia mediodía (bajo un sol que rompe las piedras...), y por la tarde, después de las confesiones, celebré la Eucaristía.

El domingo 7 de febrero fui a Bayanga Didi, un gran poblado, donde confesé y celebré la misa.

Volvía a Baoro hacia las 16, y aquí me llegó la noticia de que mi madre (de 94 años) no se encuentra bien y había sido hospitalizada. Grave.

El lunes llegaron finalmente muchos militares para reemprender el control de la carretera, la única carretera que une la frontera con la capital. Entre ellos hay mercenarios rusos, militares ruandeses y el ejército centroafricano. Los pocos rebeldes que estaban aquí en Baoro se han escapado, y el día siguiente algunos militares llegan a Bouar. Aquí los rebeldes se han alejado. Pero el miedo es que no se vayan muy lejos, y o se dirijan a otras ciudades (Bocaranga, Bozoum, Ngaundaye, Koui, Bozoum) creando otras zonas de terror...

El martes marché pronto a Bouar (momentos antes de que los militares se pongan de camino...). El lunes y martes el cardenal Nzapalainga, arzobispo de Bangui, está de visita con los miembros de la Plataforma de las confesiones religiosas: dos pastores protestante y dos imanes.

Los acompañé mientras visitaban los lugares mayores, donde más de 17.000 personas se han refugiado desde hace casi un mes. Cuando visitan nuestro convento de San Elías, encuentran para acogerlos seis madre con seis recién nacidos: los niños nacidos durante su permanencia fuera de casa, aquí en San Elías. Y durante el encuentro reciben las bendiciones del cardenal, del obispo de Bouar, de dos pastores y de dos imanes. Creo que sin los bautizos más bendecidos del país.

Esperando que el ejército tome el control de tratamos, como Cáritas. preparar la vuelta de los refugiados a sus casas, en los próximos días. Gracias a la ayuda de muchísima gente, los acompañaremos con un kit para cada familia (aceite, azúcar, arroz, café, jabón, detergente, etc.), que distribuiremos en los próximos días.

Esta mañana, 11 de febrero, fiesta de la Virgen de Lourdes, es Jornada de los enfermos, recibía la noticia de que mi madre ha muerto.  Después de algunos meses de sufrimiento y de deterioro. puede finalmente reposar en paz. Junto a mi padre, a un hermano y una hermana.

Ser misionero es también esto. Y la madre de un misionero lleva, junto con él y a veces un poco más, la alegría y el trabajo del Reino de Dios.

Que descanse en paz, después de una larga vida, hecha de sacrificios, dolores, alegrías, atención a los otros, entrega, oración y fe.


Sinaforo


Arrivano i russi!
L'arrivée des russes à Baoro



Grande fotografo, piccola fotocamera "biscuit"
Un grand photographe, avec une petite caméra "biscuit"




I bambini nati "in esilio" a st Elie
Les enfants nés en exile à st Elie




dr Ione + Card Nzapalinga

Mamma Teresa
Maman Thérèse


 

 

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