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viernes, 30 de octubre de 2020

A lo largo de la carretera, larga carretera

 


A 10 km da Bozoum
A 10 km de Bozoum

A lo largo de la carretera, larga carretera

En estos días estoy en Baoro, para un primer contacto con la comunidad y, sobre todo, para conocer los poblados y las escuelas, en esta mi próxima Misión.

Como el padre a quien debo sustituir, el P. Mauricio, tiene que salir en los próximos días para Bangui, su nuevo destino. debo aprovecharme de su presencia para tener un primer conocimiento de los poblados.

En esta zona trabajamos en 17 poblados, esparcidos en cuatro carreteras: Walo y Kouisso Baguera en la carretera hacia Bouar; Dayanga y Gaba en la de Bozoum, Dobere, Balembe, Barka Bongo, Zoungbe, Bawi, Mbormo y Ngoumbou en la carretera de Bangui, y Bayanga Bode, Pate Bonamboro, Samba Bougoulou, Igwe, Yoro, Bayanga Didi y Sinaforo en la de Carnot.

La visita de lis poblados nos permite encontrar al catequista, a los consejeros y cristianos de todas las comunidades cristianas. Hay muchísimos niños: y en 9 de estos poblados tenemos las escuelas elementales y cinco asilos.

Es interesante observar las comunidades, que nos acogen con alegría. En algunas hay bonitas iglesias pequeñas, en otras un sencillo cobertizo. Pero la fe no falta.

Hay mucho trabajo que hacer, para traer el Evangelio y, al mismo tiempo, gracias precisamente al Evangelio, ayudar en la promoción humana de muchas zonas casi abandonadas de todos. Pero no de la Iglesia.

Con atención me fijo en las capillas y escuelas, anotando los trabajos que hay que hacer (pintura, tejados que reparar, bancos que hacer), y soñando en otras escuelas y otros asilos... Con la certeza de que la providencia nunca es mezquina.

Algunas carreteras están asfaltadas, pero las pistas, en cambio, son bastante difíciles. Ya el lunes, saliendo de Bozoum, me quedé atascado y perdí casi una hora en 10 kilómetros, a causa del río que ha invadido la carretera. Hoy, al ir a los poblados más alejados (a 90 kilómetros de Baoro), las pistas eran una sucesión de arena y fango: recorrer siete kilómetros entre Yoro y Sinaforo me llevó una hora y veinte minutos.

Pero el cansancio del viaje reserva algunas bonitas sorpresas. En Yoro, antes de partir, la gente del poblado se acerca, conmovida, al P. Mauricio y le ofrece algunas gallinas y otros regalos, en señal de agradecimiento por el trabajo que ha hecho con ellos en estos tres años.

¡Gracias!




Andare a scuola, sotto la pioggia. Con orgoglio.
Aller à l'école, malgré la pluie. Avec un peu d'orgueil




La scuola di Samba Bougoulou
L'école de Samba Bougoulou



Sinaforo, la cappella
La chapelle de Sinaforo





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