después de Bozoum, en vivo desde Bangassou: Fuma ch’anduma (Tenemos que andar)

Fuma ch’anduma (Tenemos que andar)

Alguna noticia sin importancia, y luego la noticia más importante, que muchas ha han recibido por mail, o leído en Facebook, o en otra parte.

Noticias superficiales:

En estos días se están realizando las pruebas del examen de madurez. También los alumnos de nuestro Liceo San Agustín están implicados en ello. Las pruebas son todas escritas, y la corrección se realizará en la capital. Y dentro de 3 o 4 semanas se anunciarán los resultados, en la Radio Nacional.

El martes fui de Bouar a Baoro. En Bouar teníamos una reunión con el obispo, junto con otros sacerdotes de la diócesis. Y en Baoro... será mi próxima comunidad dentro de algunas semanas. Y esta es la:

Noticia importante:

Diecisiete años.

Desde hace diecisiete años llevo en Bozoum: soy párroco, pero no solo.

Y en las próximas semanas, abandonaré Bozoum por Baoro, otra misión, a unos 180 kilómetros de aquí.

Es lo que me piden mis superiores, y obedezco con agrado, aunque no me resulta fácil.

Con agrado, porque cuento más con él que conmigo: Dios no se equivoca, y ponerse en sus manos es una de las cosas más inteligentes y emocionantes que el hombre puede hacer.
Con agrado, porque estar demasiado tiempo en un sitio, puede hacer que uno se vuelva perezoso, apagar la fantasía y rendirse a la rutina.
Con grado, porque se trata de una experiencia nueva: trabajaré en los poblados y en las pequeñas comunidades cristianas, en las escuelas de estos poblados, y en todo lo que pueda hacer.

No es fácil, porque he estado diecisiete buenos años, aunque difíciles. La parroquia de Bozoum es una comunidad comprometida, y a esto se han unido, con el tiempo, muchas realidades que la gente de aquí y muchos amigos esparcidos por el mundo, han permitido soñar y realizar.
No es fácil, porque a Bozoum la echaré de menos.
No es fácil, porque mucha gente, niños, jóvenes y adultos, se han unido a mí, y yo a ellos y será difícil decirnos adiós.
No es fácil, porque muchos conocen Bozoum y al P. Aurelio como si fueran una sola cosa...

Confío mucho en quien me sustituirá como párroco, y poco a poco la comunidad, con la gente de Bozoum, y con la ayuda y la oración de todos vosotros, continuará con lo que habíamos comenzado.

Bozoum no acaba con la marcha del P. Aurelio. Al contrario.

De cualquier modo seguiré echando una mano, y seguiré también con algunos proyecto (Feria Agrícola en primer lugar) y otras iniciativas.

Pero es justo, bonito y hermoso que se pase página y que se escriba otra, Más bien, otras.

Y entonces: fuma ch’anduma (como decimos en piamontés). Tenemos que andar. ¡Vamos!

Y una oración por mí y especialmente por Bozoum.

LA FOTO DEL NIÑO CON EL GALLO SE REFIERE A UN BONITO MOMENTO DE 2017: 50 km. por pollo.

Un domingo por la tarde (agosto de 2017), mientras entraba en despacho parroquial, se acercó un niño, animado por su madre. Tendría entre dos y tres años, y andaba orgulloso con un pollo en la mano (que era casi más grande que él). No entiendo si lo quiere vender, o qué hacer , y entonces su madre intervino y me explicó. Me dijo que hace ya meses que el niño quería venderlo al P. Aurelio, y que se encapricha si no se lo llevan. Entonces su madre se aprovechó del P. Norberto, que había estado en el poblado (a 50 kilómetros) para celebrar la misa, y pidió un asiento para llevarlo a Bozoum. ¿El pollo? Es una pequeña señal, pero es un gran regalo. Me emocinó.

P.S. : Me marcharé a Baoro en noviembre, así pues aun queda tiempo.

P.S.: Gracias de corazón por la avalancha de afecto, mensajes y oraciones que he recibido en estos días. ¡Dios es bueno!

P.S: Cuento, si es posible, con seguir escribiendo el blog...