Escuela
y bolsas rosas
El sábado pasado comenzamos la serie de jornadas de clausura del año
escolar.
Por la mañana fue el turno de los chicos y chicas de San Agustín
(medias y liceo). Después de la exhibición de algunos alumnos en la danza y
cantos (en África no pueden faltar), entregué las notas a los 300 alumnos;
alguna desilusión, algún suspiro de alivio, y alguna bonita satisfacción...
También este año hemos entregado bolsas de estudio para los primeros alumnos
de todas las clases, y las bolsas de estudio "rosa", para las chicas
que se encontraban colocadas entre los primeros seis alumnos de todas las
clases.
Es una forma de fomentar el genio femenino: con frecuencia las chicas,
además de ir a la escuela, tienen que ocuparse de sus hermanos más pequeños y
de muchas otras tareas de la casa.
Lo bonito de esta iniciativa (nacida en Cuneo, apoyada por CDVM,
Salinzucca, Roagna Vivai y Baramò) es que comienza a aportar los primeros
frutos: este año las chicas que han obtenido los puestos entre el segundo y el
sexto han sido muchas y dos chicas se han impuesto como las primeras de la
clases, en las dos clases de sexto. Señal de que esta iniciativa las anima a
trabajar mejor.
El sábado por la tarde, a su vez, fue la ceremonia de clausura para los
niños de la escuela materna: unos 150 niños, empeñados en sketches, catos y un
poco de sano desorden.
El domingo celebramos la misa en la capilla dedicada a san Antonio, con
los niños del catecismo y mucha gente.
Y por la tarde acompañé el P. Jérôme Paluku, carmelita del Congo,
Secretario de las Misiones para nuestra orden, hasta los campos de arroz. Es el
tiempo de la siembra, pero también de recolección: muchos han aprovechado la
estación seca ya terminada y el riego del sitio para producir cebollas y
cacahuetes.
La Cappella di S. Antonio La chaelle de st. Antoine |
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