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| Nizza - Nice |
Ausencia justificada
La semana pasada no he publicado nada en el blog, porque estaba en Europa para acompañar a un hermano de hábito enfermo.
El P. Marcelo, de 70 años (de los que ha pasado 40 en Centro África), no estaba bien desde hacía algunos días. Al principio parecía la acostumbrada malaria, pero con el paso del tiempo la situación se agravaba, con la parte derecha del cuerpo medio paralizada. ¿Isquemia?, ¿ictus?, ¿otra cosa?. Aquí en la zona no es posible hacer análisis profundos, y mucho menos pensar en intervenciones quirúrgicas.
El jueves 24 de febrero los supriores decidieron que se trasladara rápidamente a Italia, y me pidieron que le acompañara. Organizar el viaje a Italia siempre es complicado, y todavía más con un enfermo, y en tiempos muy estrictos. Pero la providencia es grande, y grandes también las muchas personas que luchado por resolver esta situación, que parece algo milagroso.
El jueves por la mañana el P. Marcelo ha llegado a Baoro, acompañado por fray Arístides (enfermero profesional), por la tarde salimos para Bossemptele, a 92 kilómetros, donde la Hermanas Carmelitas, nos acogieron por la noche. Todos estábamos muy preocupados, porque no conseguía caminar, ni coordinar los movimientos y comenzaba a tener dificultades en el habla.
El viernes por la mañana salíamos antes de las 5, y hacia la 8'30 estábamos en Bangui, la capital. Fuimos a hacer la prueba para el Covid, esperando que fuera negativo y que llegue a tiempo para el vuelo del avión. Y todo fue perfecto: las pruebas negativas, un poco de reposo para el P. Marcelo, y hacia las 15 llegábamos al aeropuerto. Conseguimos hacer todas pruebas y pasar todos los controles, y hacia las 17 salió el avión. Hicimos escala en Camerún, y a las 23 salimos para parís, donde llegamos hacia las 6 de la mañana. Logramos, rápidamente, trasladarnos y tomo el avión siguiente para Niza, donde llegamos hacia las 9.
Aquí encontramos al P. David, que llegó para llevarnos, y marchamos rápidamente para el hospital de Pietra Ligure (Sv), donde hacia 10'30 entramos en Urgencias.
Se necesitaba mucho tiempo, pero después de un TAC, a primeras horas de la tarde, se descubrió que no se trataba de una isquemia, sino más bien de algunos hematomas que hacían presión en el cerebelo. Finalmente, el P. Marcelo fue hospitalizado y, tras un encuentro con el médico, pude al fin marchar, dejándolo en buenas manos.
El P. Marcelo fue operado después el martes 1 de marzo, y está recuperándose lentamente.
En la tarde del sábado logré reunirme con mi familia en Cuneo, donde he pasado algunos días.
El programa era de volver el jueves, pero no fue posible, porque no me había llegado a tiempo el visado para Centro África. El viernes 4 de marzo fui a Paris, donde pude retirar el pasaporte con el visado en la Embajada de Centro África. Un viaje de ida y vuelta en el día.
El domingo por la tarde salí, junto con Marco Olivero, un joven de Caraglio que nos ayudará durante algunas semanas aquí en Baoro.
La noche la pasamos en París, y viajamos el lunes para Bangui, donde llegamos por la tarde.
Con un poco de anticipación sobre el calendario, ya están aquí las primeras lluvias, y es una fiesta para los ojos ver el verde de la hierba que va creciendo.
El martes trabajo en la construcción, y el miércoles partimos para Baoro. Para reemprender los diversos compromisos y trabajos suspendidos momentáneamente. Por una ausencia justificada.
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