Hemos "festejado" durante un mes la no conexión a internet, prácticamente en toda Centro África.
El operador de telefónica "Orange", apagado durante un mes, comienza tímidamente a ser reparado, pero solo para las llamadas. La conexión a Internet, sin embargo, está aún apagada. Y los otros dos operadores presentes en el mercado, Moov y Telecel, son, si es posible, peores aún. La conexión que ofrecen, simplemente no existe: hacen pagar un servicio, pero no la garantizan. También en la capital, donde he estado la semana pasada, no se conseguía descargar el correo o recibir mensajes en el whatsapp. ¡En la capital!
Ánimo. Cuando, por alguna decena de minutos Google o Facebook no son accesibles, es una noticia que hace dar la vuelta al mundo. Acabo riéndome pensando en nuestro mes sin conexión...
Hoy consigo escribir algo, pero solo porque he venido a Bouar, a 70 kilómetros de Baoro.
¡Esperamos que, antes de Navidad, podamos encontrar una solución!
Mientras tanto sigamos adelante.
El 18 de junio terminamos el año escolar de nuestro asilo "Il Germoglio". Los 230 niños que a él acuden han ofrecido un espectáculo, con cantos y sketches, y han comenzado las vacaciones.
Mientras tanto siguen las actividades pastorales en los poblados. Ahora es el tiempo de los bautismos, comuniones y matrimonios. Para los poblados más alejados las celebraciones se han desarrollado el 19 y 20 de junio en Samba Bougoulou, el 26 y 27 de junio en Bayanga Didi y Yoro, y el 4 de julio en Bawi.
Son momentos muy importantes, para la comunidad cristiana de todos los poblados. Precedidas por una larga preparación con los catequistas, por los exámenes con el padre y el catequista, y por los últimos preparativos (lograr hacer las trenzas para las señoras y las niñas), las misas de los bautismos son intensas y muy participadas.
Aprovecho las visitas a los poblados, para tratar de entender cuál es la situación escolar (frecuentemente desastrosa), la seguridad, la higiene y todo lo que es la vida de mujeres y hombres en lugares donde hay poco, y las necesidades son muchas.
Así sucede en Bayanga Didi, esperando la llegada de los catecúmenos, observo la bomba del pozo. Una bomba a pedal, averiada desde enero. Y el clamor de mujeres y niños, a la llegada del agua, me colman de alegría.
Alegría 2.0.
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