Jornada
de los enfermos
El 11 de febrero de todos los años, fiesta de la Virgen de Lourdes, se
celebra el día de los enfermos: un momento de reflexión, pero también de
presencia y de cercanía a quien se encuentra enfermo. Una luz en la oscuridad
del dolor, una semilla de esperanza, un brote de resurrección.
En Centro África el sistema sanitario es muy frágil. Pocas estructuras,
pocos médicos (concentrados sobre todo en la capital), poquísimos servicios. Y
todo de paga. Desde las visitas a las medicinas, desde las intervenciones a los
partos.
Para una familia, para una persona, especialmente si es sola o anciana,
es casi imposible encontrar dinero para que le hagan una intervención. A veces
ya es complicado encontrar 500 o 1000 f (alrededor de 1 euro), para que les visite
un enfermero o un médico (si es que hay). Luego resulta casi imposible comprar
las medicinas, o afrontar los gastos de una intervención quirúrgica (para una
hernia se necesitan unos 100 euros, en un país donde el salario medio -para quien
tiene trabajo- es de unos 30-50 euros).
La Iglesia está asimismo muy comprometida con la sanidad, con
dispensarios, maternidades, centros, hospitales. Pero también con un sistema de
medicamentos de calidad, comprados al por mayor en Europa y después puestos a
disposición de las diferentes estructuras sanitarias (privadas y públicas), a
precios bajísimos. Sin contar la ayuda que se presta a cientos de personas que
llegan a pedir una ayuda para curarse.
El 11 de febrero nos hemos encontrado, como cada año, en el hospital,
donde hemos venido a celebrar la Eucaristía, y bendecido a todos los enfermos.
Ha sido hermoso ver los diversos movimientos de la parroquia comprometidos en
la limpieza del hospital, pero también en la entrega de alimento y en la ayuda
a los enfermos.
En estos días he bajado rápidamente a Bangui, para acompañar a Giacomo,
uno de nuestros voluntarios, que vuelve a Italia, después de tres meses de
presencia en Bozoum.
Giacomo |


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