Refugiados.
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El trabajo con los refugiados continúa. Su número es bastante estable,
alrededor de 3.800 personas.
El "sistema" de las ONG y Agencias de las Naciones Unidas se
ha revelado bastante eficaz, y comienzan a llegar las primeras respuestas, aunque
con frecuencia esto lleva mucho tiempo para resolver todas el papeleo
burocrático.
Precisamente por esto es por lo que, además de las medicinas compradas,
el martes compramos también dos toneladas de arroz, que distribuimos
rápidamente a más de setecientas familias.
Con la Cruz Roja, se ha abierto un pequeño dispensario, que se ocupa
principalmente de los refugiados que llegan, presentándose con la carta de
desplazado que habíamos preparado para todo núcleo familiar.
Justamente en estos momentos estamos recogiendo las inscripciones para
las escuelas y esperamos poder abrir una escuela para los refugiados a partir
del lunes.
La solidaridad ha sido muy alta, quizá también porque muchos tienen en
el corazón lo vivido durante casi dos meses entre diciembre de 2013 y enero de
2014, cuando estaban refugiados aquí en la misión. También el domingo hubo un
magnífico ofertorio, y el movimiento San Vicente llevó comida y jabón, que los
distribuimos rápidamente.
La situación en Bocaranga sigue siendo mui incierta. Ha habido una
operación militar por parte de los Cascos Azules, pero tememos que los rebeldes
simplemente se han alejado algunos kilómetros, para volver después dentro de
algunas semanas, cuando los Cascos Azules se vayan.
El sábado por la tarde llegó asimismo a Bozoum un contingente de Cascos
Azules. Tuvimos mucho trabajo para convencer a la gente para que los aceptaran,
porque temen que su presencia pueda ser el preludio a una ocupación de Bozoum
por parte de los rebeldes...
El martes por la mañana bajé a Bangui para recoger a nuestro superior
provincial P. Javier, y a la superiora de las Hermanas indias que están en
Bouar, y que tienen la intención de abrir una casa en Bangui.
El jueves por la mañana salimos antes de las 5, para llegar a Bouar
hacia la una. Después de haber dejado a las Hermanas, vuelvo por fin a Bozoum,
después de 600 kilómetros de carretera y once horas de conducir.
i doni della San Vincenzo |
il riso di Bozoum |
p.Saverio e p.Federico |
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