Un poco de conexión
Poco a poco vuelve la conexión a Internet… y trato de publicar textos y fotos. No escribo desde el 15 de agosto.
Estamos en plena temporada de lluvias. Me gusta mucho la lluvia y me trae alegría. ¡Pero los caminos no son de la misma opinión!
El jueves 22 de agosto salimos sobre a las 10:30 hacia Gambo, una misión situada a 75 km de la carretera nacional n°1 que, en teoría, conecta Bangassou con la capital. En teoría, porque el estado de la carretera es desastroso: el último camión que nos traía cemento y otros materiales, salió de Bangui a mediados de junio y llegó a Bangassou a finales de julio, ¡después de un mes y medio!
A 60 km de Bangassou, hay unos 200 metros de camino tan malo y tan formidable que merece el nombre de "General", y ahí es donde nos quedamos atrapados en el barro por un tiempo. Pero lo logramos salir y llegamos a Gambo a las 14:30, después de cuatro horas de viaje.
Aquí hay una parroquia, donde viven y trabajan un sacerdote y un
diácono, y ahí celebraremos la Confirmación el domingo.
Por la tarde comenzamos a reunirnos con los sacerdotes y confirmandos para la catequesis, que continuará el viernes y sábado.
Nos reunimos con el consejo pastoral, luego con los líderes de la escuela de la Misión: unos 300 niños reciben allí una buena educación. Las instalaciones son muy precarias: utilizan 2 salones parroquiales y 2 cobertizos con techo de paja. El sueño y las ganas son construir una escuela digna de ese nombre, y lo comenzaremos en los próximos meses. ¡También esperamos encontrar los fondos necesarios!
El domingo por la mañana todo está listo y la celebración de la
Misa es solemne y muy concurrida: incluso los niños que aún no pueden caminar
logran bailar (¡a tiempo!), ¡o al menos aplauden!
Para retornar, salimos sobre las 12:30, esperando que el "General" no sea tan terrible como a la salida. De hecho, no llovió durante la noche y pasamos sin demasiados problemas. Y alrededor de las 4 de la tarde llegamos a Bangassou.
El martes reanudé el camino para acompañar a un sacerdote a Ouango, una parroquia situada a 75 km de distancia. El camino está casi bien y en dos horas llegamos a nuestro destino.
El miércoles por la mañana sigo hacia Bema, la misión fluvial a la que fui en abril. El río está crecido y el nivel ha subido al menos 2 metros. El camino del pueblo está cubierto por una capa de barro de 20 cm y la gente tiene que caminar descalza.
La chapelle de Gambo |
La scuola provvisoria, molto provvisoria Les salles de classe, très très provisoires |
No hay comentarios:
Publicar un comentario