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viernes, 30 de agosto de 2024

Silencio en Internet y tiempo de tranquilidad

 

Silencio en Internet y tiempo de tranquilidad

 

Desde hace casi dos semanas la conexión a Internet, ya muy débil, se ha reducido prácticamente a cero…

Aquí en Bangassou hay dos operadoras telefónicas: Telecel, que tiene un servicio de Internet aceptable, lleva unos diez días apagado, mientras que Orange trabaja unas horas cada día, pero la conexión es nula…

La semana pasada logré publicar el post, pero sin las fotos. Y me temo que esta semana será lo mismo.

Les escribí el lunes 5 de agosto, con la apertura del retiro espiritual. Una semana de silencio y oración que reunió a todos los sacerdotes de la diócesis de Bangassou. Fue el padre Cyriaque, carmelita, quien nos guió. Reflexionamos y oramos sobre el don del Sacerdocio, el misterio y el ministerio. 

El domingo 11 de agosto celebramos la Misa de clausura, durante la cual se anunciaron las asignaciones de los sacerdotes. 

Los días lunes, martes y miércoles tuvo lugar la reunión pastoral diocesana, en el que se reunieron sacerdotes y laicos de cada parroquia para hacer balance del trabajo pastoral realizado y preparar el programa para el año 2024-25, que tendrá los temas de Familia y Jubileo. 

Hoy, fiesta de la Asunción de la Virgen María, hicimos un descanso, y mañana retomaremos el trabajo, con la presentación de los nuevos catecismos. Y esta mañana he ido a celebrar misa en Pande, un pequeño santuario a 7 km de Bangassou, para rezar y celebrar la fiesta de la Virgen María.

 

Un poco de conexión

 


Un poco de conexión

Poco a poco vuelve la conexión a Internet… y trato de publicar textos y fotos. No escribo desde el 15 de agosto.

Estamos en plena temporada de lluvias. Me gusta mucho la lluvia y me trae alegría. ¡Pero los caminos no son de la misma opinión!

El jueves 22 de agosto salimos sobre a las 10:30 hacia Gambo, una misión situada a 75 km de la carretera nacional n°1 que, en teoría, conecta Bangassou con la capital. En teoría, porque el estado de la carretera es desastroso: el último camión que nos traía cemento y otros materiales, salió de Bangui a mediados de junio y llegó a Bangassou a finales de julio, ¡después de un mes y medio!

A 60 km de Bangassou, hay unos 200 metros de camino tan malo y tan formidable que merece el nombre de "General", y ahí es donde nos quedamos atrapados en el barro por un tiempo. Pero lo logramos salir y llegamos a Gambo a las 14:30, después de cuatro horas de viaje.

Aquí hay una parroquia, donde viven y trabajan un sacerdote y un diácono, y ahí celebraremos la Confirmación el domingo.

Por la tarde comenzamos a reunirnos con los sacerdotes y confirmandos para la catequesis, que continuará el viernes y sábado.

Nos reunimos con el consejo pastoral, luego con los líderes de la escuela de la Misión: unos 300 niños reciben allí una buena educación. Las instalaciones son muy precarias: utilizan 2 salones parroquiales y 2 cobertizos con techo de paja. El sueño y las ganas son construir una escuela digna de ese nombre, y lo comenzaremos en los próximos meses. ¡También esperamos encontrar los fondos necesarios!

El domingo por la mañana todo está listo y la celebración de la Misa es solemne y muy concurrida: incluso los niños que aún no pueden caminar logran bailar (¡a tiempo!), ¡o al menos aplauden!

Para retornar, salimos sobre las 12:30, esperando que el "General" no sea tan terrible como a la salida. De hecho, no llovió durante la noche y pasamos sin demasiados problemas. Y alrededor de las 4 de la tarde llegamos a Bangassou.

El martes reanudé el camino para acompañar a un sacerdote a Ouango, una parroquia situada a 75 km de distancia. El camino está casi bien y en dos horas llegamos a nuestro destino. 

El miércoles por la mañana sigo hacia Bema, la misión fluvial a la que fui en abril. El río está crecido y el nivel ha subido al menos 2 metros. El camino del pueblo está cubierto por una capa de barro de 20 cm y la gente tiene que caminar descalza.

 

 

 

 

 

 

 

La chapelle de Gambo

 

 

 

 






La scuola provvisoria, molto provvisoria
Les salles de classe, très très provisoires