Igwe ect.
En estos días la lluvia se ha portado mejor. Así, el domingo pude coger la carretera hacia Igwe, el pueblo más pequeño: 12 casas y 1 capilla en paja. Dista unos 60-65 kilómetros. Los últimos 14 están en plena selva: se trata más bien de un sendero que zigzaguea entre los árboles, casi escondido entre hierbas altísimas, en medio de las cuales sobresalen unos termiteros altos de más de 3 metros. Unos árboles caídos nos obligan a parar: empleamos 45 minutos solo para recorrer el último tramo.
La comunidad me está esperando. Saludos, informaciones sobre las faenas del campo, acerca de la seguridad (hay grupos de rebeldes que pasan de vez en cuando) y sobre los habitantes.
Me dedico a las confesiones, y luego celebro la Misa en un mundo sencillo, pero que tiene sed de Evangelio, de Dios y de paz.
Terminada la Misa visito al jefe del pueblo, que se está reponiendo de una grave enfermedad.
El lunes, a las 5 de la mañana, salgo una vez más para Bangui. Recorriendo una carretera que tendría que ser la mejor del país, la única que permite la comunicación y la llegada de mercancías importadas del extranjero. Sin embargo, aquí también en algunos puntos ¡hay más baches que asfalto! En Bangui siguen adelante las obras para levantar el nuevo convento. Ya está puesta una parte de los cimientos y se va continuando. Con pasión y buena voluntad.
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| Igwe, la cappella Igwe, la chapelle |
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| Carmel, Bangui |
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