Preparados, camino y
marchando
Después de la inauguración de la "Casa de la Paz", la reunión
demanal del Comité de sabios, que tenemos los lunes a las 8 de la mañana, se ha
desarrollado en la nueva sede.
Aquí he tenido la oportunidad de reunirme con quienes, en Bozoum,
siguen trabajando por la paz y para evitar las tensiones y las violencias.
Al fin de la reunión salí para Bouar, a 250 kilómetros,
donde he tenido algunas reuniones. En estos días parecía que la liberación del
párroco de Baboua, el polaco Abbé Mathieu, fuera cuestión de horas, sin
embargo, hasta ahora... nada. Y ya son cuatro semanas que fue secuestrado por
los rebeldes.
El martes nos encontramos en reunión en Bouar con los hermanos
carmelitas de Bouar (Yolé y San Elías), Baoro, Bozoum y Bangui, para un
intercambio de reflexiones sobre nuestra vida de oración, y sobre el trabajo
pastoral y vocacional.
El miércoles por la mañana nos pusimos de viaje a las 5'30 horas. Dos
días antes, el P. Federico, al salir de Bangui, fue retenido por una de las
numerosas barreras de los antibalaka, y recibió un bofetón. Nuestro viaje, era
por eso un poco tenso. Pero, cuando, llegamos a la zona, solo encontramos una
barrera... y ni siquiera nos han parado.
El jueves, de nuevo reuniones, separadas por cursos rápidos en la
cocina para preparar un poco de pizza. Habíamos invitado a algunos militares,
entre los que se encontraba el médico que me había curado hace algunos meses,
pero no hemos podido ir porque algunos Seleka (que habían sido bloqueados y
estaban bajo control en tres casetas desde hace algunos meses) han vuelto a las
carreteras, y han bloqueado la circulación.
El viernes por la mañana marché, junto con el P. David Sollami (que
trabaja para las Misiones en Arenzano), para Douala. en Camerún. En teoría por
la tarde tendremos que volver a Yaoundé, la capital, pero el vuelo se ha
anulado... Salimos, pues, el sábado por
la mañana para Yaoundé, la capital de Camerún. La niebla retarda el aterrizaje
un cuarto de hora, pero, finalmente, en tierra encontramos a nuestros hermanos:
fray Juan Bautista (camerunés) y el P. Domingo, italiano. Nos acompañan a su
convento de Nikolbisson, donde encontramos a algunos jóvenes que están recibiendo
formación. Entre ellos, se encuentran dos centroafricanos, fray Cristo y fray Rodrigue,
que están aquí para completar los estudios de teología.
El día discurre velos entre encuentros, reuniones y visitas. Por la
tarde pasamos a saludar a las monjas carmelitas, y después vamos al otro
convento, al de Nkoabang. Hay mucho tráfico, pero también mucha expectación por
un partido de fútbol entre Camerún y Congo...
Atravesar ciudades como Yaoundé y Douala y un país como Camerún hace
que se crea en un poco de paz que permita una mejor calidad de vida y un mínimo
de desarrollo...
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