En viaje
El domingo pasado fui a Bandoufou, un pueblo situado a 25 km de Bangassou. el camino es bueno: llegamos allí en menos de una hora. Nos reunimos con la comunidad cristiana y otros fieles de los pueblos de la zona. Celebramos misa en la hermosa capilla. Hermosa, pero ahora pequeña para una comunidad en crecimiento.
Mientras celebraba la Misa, pensé en lo que se podría hacer para ampliarla y ofrecer a la gente una iglesia grande y hermosa. Después de la Misa, nos reunimos con los candidatos para la confirmación, que haremos entre finales de año y principios de 2025.
Luego nos reunimos con los representantes de todas las capillas de la región, con quienes hicimos balance. Es interesante ver el papel y el trabajo de los catequistas y consejeros, y ver cómo intentan responder al hambre de Dios que hay en las personas.
También hay una escuela aquí, con más de 250 niños. Decir que hay una escuela, es una palabra grande. Digamos que hay clases, estudiantes y profesores. Pero hay una completa falta de estructura. Los niños van a la escuela bajo tres techos de paja, sentados en un bosque. Entonces tomo medidas y veo cómo y dónde construir una escuela.
Pero ¿cuándo? ¿Y con qué dinero? ¡La Providencia es genial!
Les escribo desde Bouar, donde llegué hoy. Ayer jueves 5 de septiembre salí de Bangassou en avión y mañana celebraré la misa de vuelta al cole aquí, en el seminario de Yolé, donde trabajé entre 1992 y 2003.
El próximo miércoles partiré hacia Roma donde, del 15 al 23, participaré en la formación organizada para todos los obispos nombrados este año.
¡Se los contaré!
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| La scuola di Bandoufou |
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