Pascua
de 2018
Y camina caminando, hemos llegado al fin a la Pascua.
El Sábado Santo fue un día de silencio y de espera. Por la tarde, a las
18'30 nos encontramos en la plaza que hay delante de la iglesia, alrededor de
un gran fuego. Había oscuridad y el fuego es el símbolo de Cristo Resucitado. Y
del fuego encendimos el cirio pascual y entramos en la iglesia. Poco a poco se
encendieron las velas y explotó el canto del "Exultet", que proclama
la Resurrección de Jesús.
Luego escuchamos las numerosas lecturas: a través de siglos, Dios
preparó al hombre al hombre a la gracia del Resucitado. Y finalmente llegó el
momento de los bautismos: eran 85, entre niños, chicos, jóvenes y adultos. Fue
un momento muy intenso, casi un parto, en el que la Iglesia, Madre, engendra y
acoge a estos nuevos hijos.
La alegría es inmensa. La iglesia está llena, y llena también la plaza
exterior. Y durante los cantos, todos bailan de alegría. Entre la gento vi a
Virginia, una señora anciana, que hace poco tuvo un ligero ictus. También ella
se unió a la danza.
Terminamos la liturgia después de las 22, y poco a poco las bautizados
bajan con los demás fieles a la ciudad, y la ciudad se llena de cantos, que
durarán por toda la noche y el día siguiente.
El domingo por la mañana, día de Pascua, las bautizados se presentaron
en todo su esplendor, con el vestido blanco. Celebramos la misa en una iglesia
que resuena por los cantos y danzas. También tuvimos un matrimonio, el de Guy
Giscarde y Raissa Irene.
Después de la misa, los bautizados marcharon a su casa, acompañados por
amigos y familiares, envueltos con paños de color.
Para la comido estuvimos con las Hermanas y saludamos a sor Lidia que,
después de casi tres años vuelve al Congo, por problemas de salud.
Durante toda la semana, octava de Pascua, hay un ambiente de fiesta.
Los nuevos bautizados acuden todos los días para la celebración de la misa.
El jueves marché para Bouar, donde organizamos una jornada de formación
para la Cáritas de las parroquias de Bouar (Fátima, Wantingera y Catedral), de
Baoro, Baboua, Niem y Bohong. Somos unos diez entre párrocos y hermanas, y unos
treinta laicos comprometidos en las diversas comunidades de la diócesis en
favor de los más pobres para ser "las manos del corazón de la
Iglesia", como decía el papa Pablo VI.
P.Enrico battezza |
Pasqua, i nuovi battezzati. |
Matrimonio Mariage |
Saluto a Sr Lydie (a sinistra) Au revoir, Sr Lydie (à gauche) |
Formazione Caritas |
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