después de Bozoum, en vivo desde Bangassou: Saludos desde la India, 1

domingo, 3 de abril de 2016

Saludos desde la India, 1

I nuovi battezzati di Pasqua
les nouveaux baptisés de Paques

Corale di Bozoum

Saludos desde la India, 1

Aquí son las 8 de la mañana, pero en Centro África solo son las 2'30 de la noche. "Aquí" es el sur de la India, Kerala, una región bellísima que costea el mar, y donde nació y tiene la sede principal la congregación MCM (Congregación de la Madre del Carmelo), la primera congregación india, fundada hace ya 150 años por San Ciriaco Chavara (él, también primer santo indio) y por el P. Leopoldo Beccaro, un carmelita que inmediatamente después que volvió a Italia, fundó el convento de Arenzano.

Estoy aquí con el P. Mesmin (el superior del Carmel de Bangui) para visitar a las hermanas indias con las que trabajamos desde hace años en Centro África, en el seminario de Yolé.

Yo salí de Bangui el lunes de Pascua, después de una bellísima celebración de Pascua. En la vigilia del Sábado Santo bautizamos a 22 niños pequeños.

El martes salimos de Bangui con cerca de una hora de retraso. La ciudad se está preparando a la celebración del comienzo del mandato del nuevo presidente, y por eso hay delegaciones que están llegando de otros países. A pesar del retraso, en Nairobi logramos emprender el vuelo para Bombay (Mumbay), donde llegamos a las 5'30 de la mañana (aunque para nosotros, en realidad, sería media noche...), a recoger las maletas y a embarcarlas en el próximo vuelo y a marchar. A las 11'30 finalmente estamos en Cochin, la capital de Kerala, en el sur de la India.

Nos encontramos con sor Anil (que ha trabajado muchos años en Bouar) y a la madre provincial, que nos acompañaron a Angamaly, donde somos acogidos con muchos collares de flores por la comunidad.

Una ducha, una comida rápida, y marchamos con prisa por el norte con sor Catalina (que trabaja en Italia en Arenzano) y sor Payton (que ha trabajado en Centro África durante más de 24 años). Es un viaje de siete horas, por carreteras con mucho tráfico, donde, tengo la impresión, gastamos más en claxon que en carburante. Es un continuo adelantamiento, por la izquierda, y un continuo toque de claxon para que dejen pasar.

Por la carretera admiramos el panorama, y pasamos a muchos... elefantes. Hoy es fiesta hindú, y hay muchas procesiones con estos magníficos animales bien enjaezados.

A las 21'30 llegamos a Nadavayal, un pueblo en las montañas, donde la temperatura es decididamente mejor. Aquí somos acogidos (también con collares, cantos y flores) por la comunidad de sor Catalina. Después de la cena, nos vamos por fin a descansar.

El día después visitamos un convento, una casa para huérfanos y una gran escuela. Por la tarde el cuñado de sor Catalina viene a recogernos y nos acompaña a visitar una cueva, donde hay incisiones de la edad de bronce. Y a continuación vamos a casa antes de la hermana, y luego a la de los padres de sor Catalina, donde encontramos a toda su familia. También aquí, gran acogida. Buenas familias, muy unidas y con grades deseos de crecer (muchos hijos están fuera trabajando, entre Kenia, Estados Unidos, Dubai…). Mucha, mucha fe (Kerala es el estado donde viven más cristianos) y mucho calor humano: donde no llega la lengua (aquí se habla Malayalam, y un poco de inglés) se suple con sonrisas, que no necesitan de intérpretes. Y comida muy buena, con gustos con especias e interesantes. Y en cada parada... se come algo.

El viernes, después de otras visitas, reemprendemos el viaje para descender a Thiruvampady, adonde nos lleva una carretera de montaña (nueve grandes recodos que nos hacen superar casi 1000 metros). Pero esto es otro episodio... del que os pondré al día en cuanto sea posible.