La vida es un viaje largo...
Disculpad la tardanza, pero
estoy por ahí desde hace algunos días.
La semana ha comenzado más
bien mal: el P. Renato, misionero carmelita, de sesenta y dos años que estaba
en Baoro, había vuelto a Italia desde hace tres semanas, y justamente de modo
de imprevisto, después de una brevísima enfermedad (probablemente leucemia), ha
muerto el lunes por la tarde, en el hospital de Verona.
El martes por la mañana
marché a las 3'30 desde Bozoum para dirigirme a Bangui. Viajo con Mauricio y Paolo quienes, una vez terminado
su período de trabajo en Centro África, y hacia las 18 h. tomamos el vuelo para
París, donde llegamos por la mañana temprano. El miércoles, hacia las 12 llegué
a Turín, y a las 14 a
Cuneo, con una sorpresa para mi hermana, que no me esperaba.
El jueves bajo a Arenzano,
donde puedo rezar por el alma del P. Renato. Le conocía desde 1974... y su
muerte imprevista me trae algunas reflexiones sobre la vida y sobre su persona.
Gran trabajador, con un carácter casi esquivo, había trabajado muy
especialmente en los poblados alrededor de Bozoum y Baoro. Gran constructor, ha
dejado su huella en Bossemptele, Baoro, Bozoum, Yolé, San Elías y en el Carmel
de Bangui.
Antes de la celebración nos
encontramos en la sacristía con unos cuarenta sacerdotes (muchos carmelitas,
pero también con algunos misioneros capuchinos y betarramitas) y el obispo
emérito de Berberati, Mons. Agostino Delfino, que había recibido al P. Renato
en la Misión en 1979.
En la celebración de la misa participa toda la familia del P. Renato: su madre, de 92 años (magnífica en su fe y en su dignidad), sus hermanos y hermanas. Hay también muchos que han conocido y trabajado con el P. Renato en la Misión.
En la celebración de la misa participa toda la familia del P. Renato: su madre, de 92 años (magnífica en su fe y en su dignidad), sus hermanos y hermanas. Hay también muchos que han conocido y trabajado con el P. Renato en la Misión.
La misa es muy intensa y
serena, y en la comunión cantamos un canto en sango para dar gracias a Dios por
el don del P. Renato en Centro África.
Después de la misa marchamos hacia el cementerio de Arenzano, donde el P. Renato reposará junto a los hermanos carmelitas.
Después de la misa marchamos hacia el cementerio de Arenzano, donde el P. Renato reposará junto a los hermanos carmelitas.
A las 16'30 marché a
Alemania. El viernes estoy en Wurzburg, donde la Asociación "Ayuda a la
Iglesia que sufre" se reúne para un congreso. Yo tengo que participar en
una mesa redonda, donde me vuelvo a encontrar con un obispo de Nigeria, una
señora de Egipto y un laico de Pakistán para presentar la situación de algunos
países (entre ellos Centro África), donde ser cristiano es especialmente
peligroso...
El sábado salí para Praga, donde por la tarde me
encuentro con los amigos de la Asociación Siriri, que nos ayuda desde hace años
y con los que comenzaremos algunos proyectos interesantes para los alumnos del
Liceo (la creación de un gallinero) y, finalmente, para llevar a cabo algunas
Sart-up para quien termine los estudios).
El domingo por la mañana
estaba en Tuchomerice, en casa de Karol Bohm, el arquitecto que había diseñado
el Liceo de San Agustín de Bozoum. Conmigo se encuentran el P. David Sollami y Enrique
Massone, y comenzamos a debatir un gran proyecto: la construcción de un
convento en Bangui. Un proyecto que quiere dar forma a una presencia y a una actividad
religiosa y social en una sede que pueda representar también un modelo de
construcción y de casa religiosa...
Por la tarde volví a Praga,
y encontramos asimismo tiempo para reunirnos
con el embajador checo en Nigeria, cuya embajada y gobierno nos han ayudado
mucho, especialmente para la escuela y para la sanidad.
El lunes por la mañana, salgo
a ver un poco esta espléndida ciudad. Celebré la eucaristía a las 9, rogando al
Niño Jesús por la Misión y por todas las personas que conozco...
Por fin estoy en el
aeropuerto par marchar para París, y el martes para Bangui.
El jueves tendremos la misa
con el obispo de Bouar, misioneros y cristianos en Baoro, para recordar en la
fe y en el "calor" centroafricano al P. Renato.
p.Renato |
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