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L'Oubangui à Ngombe |
¡Sorpresas!
La semana pasada, hemos vivido la maravillosa sorpresa del nuevo Papa,
León XIV. El Jueves 8, un poco después de las 5 de la tarde enciendo la
televisión, y veo que están anunciando ¡humo blanco!
Alerto rápidamente a los presentes y espero, con un franciscano polaco
y un sacerdote centroafricano, mientras suenan las campanas de las catedrales,
como las de San Pedro en Roma, Notre Dame en París y muchas iglesias del mundo.
Observamos la Plaza de San Pedro, que es un espectáculo de gente llena
de alegría. Y esperamos el anuncio. Mientras tanto, la televisión (un canal
francés) intenta llenar los minutos con entrevistas a diferentes personas.
Finalmente, cuando el cardenal Mamberti anuncia el nombre del nuevo
Papa, ¡hay un momento de pánico! ¡No entendimos muy bien su apellido y ni
siquiera sabemos qué nacionalidad tiene! Incluso el televisor se queda en lo
genérico por unos minutos… hasta que logramos descubrir que había nacido en
Estados Unidos y sirvió como misionero por más de 20 años en Perú. Y es
agustino.
Cuando finalmente aparece en el balcón, es una grata sorpresa. Lo
escuchamos con atención, tratamos de escudriñar los detalles de su rostro, de
comprender la emoción y los sentimientos que está experimentando. ¡Pero es una
grata sorpresa.
Hace unos diez días escribí que las pocas comunicaciones que tenemos y
las pésimas conexiones a Internet nos ayudan a no perder demasiado tiempo en
charlas y fantasías.
Y cuando aparece León XIV, me doy cuenta de que todas las predicciones,
una vez más, se han esfumado, gracias al viento del Espíritu Santo. Análisis,
biografías, investigaciones: ¡todo (o casi) inútil!
Los cardenales actuaron rápidamente y esto es un hermoso signo de la
belleza y la juventud de nuestra Madre, la Iglesia. Mientras los medios de
comunicación debatían a diestra y siniestra, que si progresistas o
conservadores, los cardenales eligieron al sucesor de Pedro.
¡Hay tantas sorpresas!
Nació en Estados Unidos: una Iglesia viva, acostumbrada a vivir en una
cultura religiosa, pero que a menudo mira a los católicos con sospecha… Fue
misionero en Perú durante muchos años. ¡Es maravilloso que el Papa sea
misionero! Es hijo de San Agustín: un santo excepcional, a quien amo mucho, y
que hace 1600 años fue conquistado por Cristo y se dejó encarnar en su vida, en
sus pensamientos, en sus acciones.
Y las primeras palabras que pronunció, sencillas pero llenas de
emoción, de fe y de atención a lo que el mundo más necesita: ¡La paz sea con
todos vosotros!
¡El Señor nos tiene guardada una maravillosa sorpresa con esta
elección! Creo verdaderamente que también nosotros debemos escuchar lo que nos
dice el Espíritu Santo, sin hacer demasiados análisis ni proyecciones, sino
poniéndonos a trabajar y a orar por esta joven y hermosa Iglesia. Joven y bella
gracias a Cristo. ¡Joven y bella porque es misionera!
Viajé el sábado 10 acompañado de Monseñor Aguirre. El camino es
precioso y en poco más de 3 horas llegamos a Bema, una parroquia a 100 km al
sur de Bangassou, a orillas del río Oubangui, que nace justo aquí, en la
confluencia de los ríos Uélé y Mbomou.
El domingo 11 estuvimos en Tomunga, un pueblo a 15 kilómetros, donde
inauguramos la nueva iglesia, dedicada a Nuestra Señora de las Victorias. Una
hermosa celebración, que concluyó 3 años de trabajo, apoyado por el Cabildo de
la Catedral de Córdoba.
El lunes 12 nos hemos desplazado aún más lejos, a Tingombe, donde
inauguramos otra capilla más modesta.
El martes por la tarde fui a Ngombe, un pueblo a unos doce kilómetros
de distancia. Aquí la comunidad pide una nueva iglesia, pero propuse ampliar la
capilla ya existente.
Y el miércoles, en Bema hemos celebrado el Jubileo de la Esperanza:
comenzamos con una breve peregrinación, que lleva a todos a la iglesia: aquí
todos pasan y se santiguan con agua bendita, signo de arrepentimiento y
conversión, antes de entrar. Y luego, durante la Misa, administramos las
confirmaciones a 50 jóvenes.
Por la tarde reemprendimos el camino de regreso, bajo una lluvia
torrencial que convirtió la carretera en un río.
La situación en el Este, especialmente en Zemio, sigue siendo muy
tensa. Cientos de personas siguen refugiadas en iglesias de la región. Mientras
tanto, con los sacerdotes de Zemio y Obo, estamos tratando de dialogar con los
rebeldes y el ejército, pero la solución está lejos, también porque el gobierno
ignora completamente el problema y apuesta por la violencia para solucionar.
¡Esperemos y oremos!
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Tomunga |
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Tomunga |
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Tingombe |
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Giubileo a Bema Jubilé à Bema |