En esta semana, como desde hace
bastantes meses a esta parte... se alternan notas de alegría y,
desgraciadamente, muchas (demasiadas) notas de dolor y de tristeza...
Mientras en el resto del país la
situación se mantiene, por desgracia, siempre demasiado tensa, aquí en Bozoum
vivimos en una relativa calma... ¿A qué es debido? Probablemente a la voluntad
de la gente, pero también a la presencia del cónsul del Chad... gracias a él los
rebeldes se marchan siempre que vienen a Bozoum...
El lunes reemprendemos los trabajos
de la cantera para construir las casas para los alumnos que vienen de lejos...
¡Esperamos!
El miércoles, a las 5, nos pusimos
en la carretera José (el mecánico), Christin (el responsable de la Cajas de
Ahorro) y yo. Dirección: NDIM, un lugar a 160 km en el norte, con malas
carreteras y ¡con peores puentes!
A las 8 llegamos a Bocaranga, donde
hay una parroquia de Capuchinos y una casa de Hermanas de la Caridad. En esta
ciudad los rebeldes han saqueado la base de una ONG americana, IRC, que se
ocupaba de escuelas, sanidad, pozos, etc...
Al salir de Bocaranga, encontramos
un coche cargado de rebeldes... con metralletas, cartucheras, gafas de sol...
Inquietante... Pasamos adelante como si no pasara nada...
A las 9 estamos en Ndim. Aquí hay
una comunidad de Capuchinos y una de Hermanas de la Misericordia. Están bien,
pero todos están preocupados, y muy tensos... Vivir durante meses bajo tensión
y miedo... es muy duro.
También ellos, como nosotros, han reabierto
las escuelas y en Bocaranga intentan dar a los niños la impresión de una cierta
normalidad.
Vamos a ver la Caja de Ahorro, que
la semana anterior, el 4 de abril, fue atacada y saqueada por los rebeldes.
Los rebeldes han arrancado las rejas
y destruido las puertas de madera y han entrado. Han arrasado lo que han
encontrado, rompiendo armarios y cajones, e intentando abrir la caja fuerte.
No lo han conseguido, pero entre el
material (tres baterías para la instalación de paneles solares, calculadoras,
sillas, libros y registros) y dinero contante (unos 1.000 €), han causado daños
por valor de más de dos mil euros, pero sobre todo impiden la continuación de
esta iniciativa...
Después de la comida, marchamos de
vuelta. Llevamos con nosotros a algunos de los alumnos de nuestro liceo que
habían ido a casa de vacaciones. Pero, lo más importante, viene con nosotros
Pedro, un chico de catorce años, a quien trajimos aquí para que lo curaran las
Hermanas de desequilibrios psicológicos (no hablaba, tenía reacciones extrañas)
. Gracias a Dios y al trabajo de las Hermanas, ahora está bien y lo llevamos de
nuevo a su casa.
El jueves, después de comer, tuvimos
el Consejo de los Profesores para el segundo trimestre, y ayer por la mañana
distribuimos las libretas de notas...
El viernes, por la tarde, organicé
un momento de formación y reflexión para los jóvenes, sobre problemas actuales,
buscando ayudarles a que lo comprendan y, sobre todo, a reflexionar...
También ayer, sábado, recibimos por
desgracia dos malas noticias: los rebeldes habían atacado el convento de Bangui,
por la mañana, y el seminario de Yolé, por la tarde...
En Bangui, gracias a la intervención
del arzobispo y de amigos, consiguieron librarse de lo peor: los rebeldes se
marcharon después de haber roto los cristales de algunos coches...
En Yolé la situación fue más dura. A
las 20 horas del sábado por la tarde llegaron dos rebeldes armados, acompañados
de un joven de Bouar. Tomaron como rehén a un enfermero e hicieron que se les
abriera el portón. Exigían dinero y nos amenazaron esperando un golpe de
suerte. Mientras tanto, los Padres lograron avisar a Bouar (que dista 8 km). El mensaje fue lanzado
también por la radio local, Radio Siriri, y algunos amigos fueron a buscar al
jefe local de los rebeldes y le llevaron a Yolé con algunos elementos. Estos,
apenas llegaron, se pusieron a disparar, creyendo que los rebeldes estaban aún
dentro (pero mientras se marcharon)... Balance: mucho miedo, alguna señal en
las paredes y, afortunadamente, ¡¡¡ningún herido o peor aún!!!
El problema es que en Yolé hay
ochenta chicos, de las escuelas medias y del Liceo, y ahora los Padres que
están allí (el P. Enrique, el P. Mauricio y el P. Marcos) tienen que afrontar
el dilema de quedarse o al menos los chicos...
Esto, después de tres semanas de
golpe de estado, es una señal clara de la incapacidad de los nuevos amos para
administrar el país...