¡Adiós, P.
Nicolás!
En estos días
se nos ha ido otro de los fundadores de nuestra Misión, el P. Nicolás.
Prefiero dejar
la palabra al P. Javier, provincial, que ha escrito una breve nota biográfica:
"Ayer,
lunes 18 de noviembre de 2019, el Señor ha llamado al alma del P. Nicolás. Había
sido ingresado el día anterior en el hospital de Voltri, y sus condiciones se
habían manifestado rápidamente como muy graves, por insuficiencia renal y
problemas del corazón.
El P. Nicolás
de Jesús María (Francesco Ellena) había nacido en la provincia de Cuneo, en
Rossana cerca de Saluzzo, el 3 de noviembre de 1923 y hacía poco había
festejado sus 96 años con la comunidad de Arenzano, en la que residía.
Había entrado
en el noviciado en Monte Carmelo de Loano, y había hecho su primera profesión
1l 8 de septiembre de 1941. Después del estudiantado en Génova había completado
los estudios de Teología en Roma, donde había sido ordenado de sacerdote el 22
de mayo de 1948, junto a otros cinco religiosos de nuestra provincia: los PP. Angélico,
Camilo, Ignacio, Leopoldo e Jerónimo, que le habían precedido en su entrada en
la Jerusalén celestial.
El P. Nicolás
había sido un verdadero misionero teresiano, entusiasta de anunciar el Evangelio
de Jesucristo a los que aún no le conocía.
Por este motivo, cuanto todavía nuestra Provincia no tenía misión propia, muy
joven aún se había puesto a disposición para ir y participar en la misión en Japón,
a la que había dedicado sus jóvenes fuerzas durante siete años, desde 1951 a
1958.
De vuelta a la
Provincia, había sido conventual durante algún tiempo en Loano, después fue
enviado al Desierto de Varazze, y finalmente a la parroquia de S. Pietro en
Savona.
Pero la
llamada de la misión siempre estaba vivo en su corazón, al tiempo que estaba con
rapidez estaba dispuesto y disponible a salir para fundar la misión que nuestra
Provincia había decidido abrir en la República Centroafricana, en 1971. A
partir de esa fecha el P. Nicolás permanecerá más de cuarenta años en tierra
africana, ligando su nombre sobre todo a la fundación y al fortalecimiento de
la parroquia de Bossentelé. Muchos años de actividad pastoral simple, humilde
pero constante, en colaboración con las Hermanas Carmelitas de Santa Teresa de
Turín.
En el umbral
de los noventa vuelve a Italia, a
Arenzano, no para descansar, sino para dedicarse con el mismo entusiasmo de
siempre al ministerio de la confesión, nunca cansado a pesar de la edad. Y
precisamente cuando se encontraba en el confesonario, en marzo del año
anterior, se sintió aquejado de una isquemia, que marca el comienzo de un lento
pero inexorable decadencia física, cuidado con amor por los hermanos de hábito
de la comunidad, hasta el último momento. El recuerdo más vivo que tengo de
estos últimos tiempos es su actitud durante la celebración de la eucaristía, en
la que participaba con verdadera y profunda devoción.
Los funerales
se celebrarán el jueves día 21 de noviembre, a las 14'00, en el Santuario de
Arenzano.
En la República
Centroafricana, donde me encuentro de visita, hemos acompañado con la oración
estos últimos días, y el P. Aurelio está
intentando organizar una misa de sufragio en Bossentelé, el próximo 6 de diciembre".
¡Adiós, P. Nicolas! Vete en paz, después de tantos años de
trabajo.
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