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sábado, 7 de enero de 2017

¡Año nuevo!





¡Año nuevo!
Y así se ha ido el viejo año 2016, y nos encontramos con que comienza todo un año nuevo: 2017.
En Bozoum lo empezamos con calma, pero con alegría. A las 17 horas del 31 de diciembre celebramos la eucaristía para dar gracias a Dios por todo lo que hemos vivido y, sobre todo, por habernos acompañado siempre.
Cenamos con las Hermanas y, después de ver una bonita película, hacia las 22 horas nos fuimos a la cama... Y para que se vea que es sin parte nuestra, ha comenzado el nuevo año. Aquí en Bozoum la noche, la mayor parte de la gente, la ha pasado bailando, cantando y haciendo fiesta. No faltaban los tiros... que afortunadamente no han causado daños (con la ventaja de despreciar las municiones y demás, que podrán usarse para fines más peligrosos...)
El domingo 1º de enero nos hemos vuelto a encontrar en la iglesia para la celebración de la misa, y durante estos días sigue sonando por todas partes el grito de "Feliz Año Nuevo".
El lunes por la mañana salí para el Norte, para visitar las otras misiones donde trabajan especialmente los capuchinos. Toda la zona está atestada de bandas armadas, y hay mucha tensión (dos días después de que pasáramos nosotros, a 30 kilómetros de Bocaranga un Casco Azul había sido asesinado...)  Al llegar a la barrera de Bocaranga encontramos a gendarmes junto con los rebeldes antibalaka... En Ndim las hermanas me dijeron que la gente tiene mucho miedo, hasta el punto de que no acuden ni siquiera al hospital... E Ngaundaye, a 250 kilómetros de Bozoum, llegué por la tarde-noche. Aquí me encontré con el P. Piotr, que me dijo que las actividades casi se han paralizado por causa de los rebeldes. Él mismo no pudo celebrar la misa de Navidad en los poblados, porque los rebeldes no se lo permitieron. También me encontré a las hermanas, entre las que se encuentra una paisana, Renata Dutto, de Vanadio (CN): de este modo la discusión va avanzado entre francés, piamontés y polaco... Visité igualmente la fábrica de fray Francisco, un capuchino de 84 años, que camina con bastón (pero cuando llega a sus campos... lo deja y sigue adelante casi corriendo) Desde hace años se ocupa, entre otras cosas, de los injertos: ha seleccionado más de treinta variedades de mangos.
Mañana poa la mañana volvemos atrás, nos detendremos en Ndim, donde terminan de abrir las escuelas. También hay aquí maestros que asistieron a las clases de formación de la ONG SIRIRI de Praga, con el proyecto "aprender jugando". Al pasar por las clases elementales, puedo darme cuenta de que los niños ya han comenzado a leer y a escribir en sango...
Llegamos a Bozoum hacia las 19'30 después de 410 kilómetros de carreteras muy malas y tres pinchazos...
Durante estos días preparo el periódico "San Miguel": Aquí está:



i manghi innestati di Fra Francesco
les manguiers greffés du frère Francesco


strade
les routes...



con l'aiuto del maestro
avec l'aide du maitre

e da solo
et maintenant tout seul





antibalaka all'opera
un antibalaka à Bocaranga

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