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sábado, 27 de febrero de 2016

Desde el Congo






Desde el Congo
El domingo 21 de febrero marché desde Yaundé (Camerún) para el Congo. Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo, se encuentra al Sur de Yaundé, a un par de horas de avión. Pero... para ir allí, la solución es ligeramente algo más complicada: desde Yaundé se va hacia el Este hasta Nairobi (Kenia), con cuatro horas de avión, y desde Nairobi se va en dirección Oeste durante otras cuatro horas hasta Kinshasa... Más de 7.000 kilómetros en vez de 1.800.
Kinshasa es una ciudada enorme: entre los diez y doce millones de habitantes, quizá incluso quince. Está situada sobre el río Congo, que divide la ciudad y el país del otro Congo, cuya capital (Brazzaville) está justamente en frente, de la otra parte del río.
Llegué a media noche, y para recibirme estaban esperándome los PP. Roger y Valentín, dos padres carmelitas congoleños, que me llevaron a su convento, el Teresianum, en el centro de la ciudad. Hay grandes carreteras, al menos en las direcciones importantes.
El lunes, esperando a los demás participante, descansé un poco y pude saludar a dos amigos que trabajan para la Unión Europea, con los que había trabajado en Centro África para encontrar una solución al problema de los bandidos... Por la tarde-noche llegaron los otros padres carmelitas . Es una reunión para los responsables de las diferentes circunscripciones del África francófona, y estamos aquí de Centro África, Ruanda-Burundi, Congo, Camerún, Senegal, Madagascar, Costa de Marfil, Togo y Burkina Faso.
Estuvimos trabajando juntos durante tres días, discutiendo y compartiendo las diversas experiencias de nuestros países, intentando trabajar para dar un aspecto y presencia más africanos al Carmelo y a la Iglesia, por la que trabajamos. Es una bonita experiencia porque, además  de trabajar en países diferentes, venimos de distintos países y culturas...
El jueves por la tarde nos encontramos en las monjas Carmelitas Descalzas para la celebración de la eucaristía. Finalmente, nos acogieron bailando y cantando en su comunidad, y compartimos la cena.
Y a las 23 horas... salida para Nairobi y Douala... ¡Buen viaje!



Kinshasa, il fiume e Brazzaville











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