Vuelta a Bozoum
Estas primeras semanas en Bozoum me permiten ocuparme un poco de
cosas...
Ante todo, las cosas van razonablemente bien, a pesar de todo. Pero aún
hay tendión y fragilidad. El miércoles he tenido que intervenir, porque los
antibalaka querían matar a una persona, después de haberla acusado de
brujería.... Por fortuna, a mi llegada, habían desaparecido todos. Hablé con la
familia de un joven difunto (tenía ventiún años, cuya muerte probablemente se
debió a una hepatitis fulminante...) y la familia no tenía problemas graves y
pude marchar con la ¡casi víctima!
El domingo 15 llegaron una docena de peuls (Mbororo), que llevaban
desde un par de meses en un poblado. Ahora tienen poca confianza y temen por su
propia vida.
La parroquia sigue adelante. El domingo 8 de junio, a mi vuelta, hubo
una misa más solemne, con muchísima gente. En estas semanas estamos celebrando
las diversas etapas del catecumenado. Ayer, día 15, celebramos el bautismo de
cinco chicos de nuestra escuela media, con un padrino ocasional: Vojtech, el
joven de la República Checa que en unos días volverá a Praga, después de un año
muy intenso aquí en Bozoum. ¡Gracias Vojtech!
De nuevo me encuentro de viaje. El 18 y el 19 estaré en Oslo, para un
Forum de Mediadores que pretender buscar qué se puede hacer por Centro África,
y para conocer nuevas experiencias. El viernes ya estaré en Ginebra, para
presentar, junto con el obispo de Bossangoa, una llamada de atención sobre
Centro África, en una sesión del Consejo de los Derechos Humanos de las
Naciones Unidas.
Con la esperanza de lograr que entiendan, aunque solo sea un poco, la
situación de Centro África.
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