Lunes
A mi despacho llegan algunos
colaboradores de Cáritas. Uno de ellos, esta noche, ha tenido una mala visita:
tres rebeldes Seleka han ido hacia medianoche a su casa. Él es un voluntario,
uno de los que ayudan en la distribución de los víveres PAM a los refugiados.
Quieren víveres, pero él no los tiene. Luego le amenazan de muerte, y le dan
cita para las 9, diciéndole que lleve 150.000 f CFA (unos 225 €).
Ando con el teléfono un poco
por ahí y luego voy a la madriguera de los rebeldes... Encuentro al
"coronel": le explico lo que ha sucedido y le doy también los nombres
de los autores de las amenazas. Dice que no los conoce... A pesar de que uno de
los dos es el famoso Goni, el del bofetón... Discuto un poco, y luego nos
vamos. Y el voluntario decide marcharse de Bozoum durante algún tiempo...
Martes
A las 5'30 es la ida para
Bangui. Salgo enseguida porque a las 8'30 tengo que animar un encuentro con los
líderes religiosos de Bossemptele, un poblado a 90 kilómetros de
Bozoum. Somos unas quince personas, entre católicos y protestantes. Los
musulmanes no han venido, pero decidimos trabajar juntos, y después reunirlos y
hacerles un resumen. Reflexionamos juntos, como creyentes, sobre la situación y
los problemas que está atravesando el país. La crisis es el resultado de
errores y de equivocaciones, de un largo camino. Y para resolverla, exige un
enorme empeño de conversión, un camino de reflexión y de formación, que será
largo. Pero en el que los creyentes ¡quieren comprometerse!
Hacia las 12'00 salgo para
Bangui. El número de barreras aumenta cada día (entre Bozoum y Bangui hay ya trece),
pero no encontramos demasiadas dificultades.
Miércoles - Sábado
La mañana corre veloz entre
una reunión y otra. Comienzo con la de UNICEF, que quiere ayudarnos para las
escuelas de los sectores de Bozoum y Bossentele que, ahora están cerradas. Así
lograremos que más de 8.000 niños vayan a la escuela. Me reúno con un montón de
personas y amigos, y muchos están preocupados por mi seguridad (¡también yo!).
Hay hasta un propietario de un restaurante que me saluda, y después me invita a
su restaurante (¡Gracias...!).
Me paso después por los PAM y
por otros organismos, y por la tarde llego a la sesión de formación de Cáritas.
Los responsables de las nueve diócesis de Centro África están en reunión para
reflexionar cómo trabajar mejor en este ambiente terrible. ¡Todo el país está
patas arriba! En Bossangoa hay ahora cerca de 41.000 refugiados (de los que
34.000 están por la catedral). En Berberati los muertos ya no se cuentan. En
otra zona los rebeldes ahora pasan de poblado en poblado y dejan vacíos los
sacos de las agricultores, pretendiendo que se los repongamos...
Los formadores proceden de
distintas Cáritas: Cáritas de África, Cáritas International y Cáritas de
Inglaterra (CAFOD): es bonito ver a la Iglesia en su diversidad y en su unidad.
Los formadores son cuatro, de cuatro nacionalidades diferentes: India, Suiza,
Inglaterra y Congo...
Cáritas en Centro África es
uno de los raros organismos que ha permanecido y siempre esta cerca de la
gente. Nunca como ahora comprobamos como cierta la palabra del papa, que dice
que Cáritas es "la caricia de la Madre Iglesia a su pueblo".
Concluye la sesión el sábado
por la mañana el arzobispo de Bangui, Mons. Dierudonné Nzapalainga, que también
es presidente de Cáritas. Su acción, dentro y fuera del país, es verdaderamente
profética.
A las 13'00 me dispongo a
marchar. El coche está sobrecargado de pintura, y hay también 350 polluelos que
van piando por todo el viaje. En el kilómetro 12... un poco de tensión: me
piden los papeles de marcha y digo que los tengo yo. Me dice que se los enseñe
y les digo que no. Después les digo que soy sacerdote, etc. y entonces me pide
excusas y me da la señal de que pase. Pero el tipo de la barrera no quiere...
pero después de un poco, seguimos adelante...
Finalmente, a las 20'00 estoy
en Bozoum.
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