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jueves, 28 de marzo de 2013

La calma después de la tormenta ...

        Aquí, en Bozoum, todo va bien. Hemos logrado aguantar e la primera oleada... y gracias a Dios con  pocos daños...

      En Bangui, la capital, es un desastre... Los rebeldes, falsos rebeldes, vándalos, se han aprovechado de la situación para saquear todo lo posible: a privados, sociedades, compañías, empresas, ONG (MSF y otras), Cruz Roja, agencias de las Naciones Unidas (Unicef, Pam), parroquias, conventos, hospitales, radios locales...

      Luego, se han dispersado por el resto del país: el martes, por la tarde, estaban en Baoro, donde llegaron a nuestra Misión, y pretendieron llevarse el dinero y un coche (que, después, un amigo musulmán ligró que lo devolvieran).

      Los rebeldes llegaron aquí, a Bozoum, el martes por la noche, dispararon un poco, destruyeron las casetas de la Policía, dispersando a los guardias y al ejército (sus hombres están desaparecidos desde hace días)..., saquearon un poco, vaciaron la estación de carburantes...

      Esta mañana he llevado la comunión a un enfermo. Fui a pie (porque también los coches los hemos hecho desaparecer, para evitar que los roben los rebeldes). También ha sido la ocasión para ver un poco a la gente en los barrios... Un poco asustada, pero bastante tranquila y esperanzada de que lo peor haya pasado...

      Le tensión es mucha, pero esta mañana llegó un  cristiano, un maestro, y me dio las gracias por habernos quedado: este hecho le ha ayudado mucho a mantenerse firme y no dejarse llevar por el pánico.
      Y la cercanía de muchos en estos días aquí, en Bozoum, lo dice. También, el que no hayan venido a robar o saquear en la Misión de Bozoum se debe, en gran parte, al hecho de que la gente y muchos jóvenes se han ofrecido para evitarlo, cuando los rebeldes llegaron aquí...
      En efecto, llegaron el martes por la noche... pero no hemos tenido el gusto de conocerlos...

      La cercanía y la oración de nuestra Provincia, hermanos y monjas, de amigos en Italia, República Checa, Francia, Camerún, México, las experimentamos de modo extraordinario.
      Y nos da mucha fuerza.
      También la comunión con las otras Misiones, aquí, en Centro África, es muy fuerte, y nos ha permitido conseguir hablarnos por teléfono o por radio: ¡Nos anima a seguir adelante!

      Ahora, si las cosas se calman... habrá que pensar en el futuro. Sinceramente, por muchos indicios que leo aquí y allá, creo que nos debemos preparar a un período de inestabilidad, por al menos un par de años...

      Pero... como decía Guareschi... NO ME MUEVO NI AUNQUE ME MATEN...
      Con la gracia de Dios y la compañía de los hermanos y de las hermanas, vamos adelante, porque su pueblo, aquí en Centro África, lo necesita...







martes, 26 de marzo de 2013

¡Días de Pasión... para Centro África!


       La rebelión que había comenzado en diciembre, llegando en Navidad a las puertas de Bangui, ha continuado la guerra, conquistando ciudad tras ciudad, en contra de un estado inexistente y un ejército desarmado y sin motivación.           
       El viernes, después de haber conquistado Bossangoa (a 120 km de Bozoum...) han marchado hacia la capital, Bangui, que han invadido el domingo... con los acostumbrados saqueos y violencias, que están echando por tierra el poco tejido económico: casas saqueadas, empresas, negocios, misiones y parroquias, sedes de la ONU y de la UNICEF...
       Y la cosa continúa... Y el futuro es muy incierto. O mejor, es desgraciadamente casi seguro que las violencias y la miseria aumentarán...
       En estos días de Pascua, nos consuela leer cómo Dios razona con otros parámetros... Jesús es fuerte no por la violencia... Dios es potente no gracias a las armas, sino gracias a la cruz, que ha querido y escogido para salvarnos.
       El domingo, en la misa, después de la comunión, la coral cantó: "Aye so kwe Gb ya a sala, e gonda Gbya", que quiere decir: "¡Por todo lo que el Señor ha hecho, alabamos al Señor!" Y la gente cantaba con entusiasmo, agitado las palmas...
       Y ahora este tiempo puede ser aún un tiempo de gracia, que crezca en la fe, en la caridad (también acogiendo a cuantos han tenido que  escapar...) y en la esperanza.

¡Feliz Pascua a todos!